La Vuelta Ciclista a España 2017 terminó hace unas semanas, pero los entresijos y los trapos sucios de la competición no han dejado de aflorar desde su finalización. La última etapa de la ronda española sirvió para coronar a Chris Froome como ganador y para despedir a Alberto Contador del ciclismo profesional, pero también valió para comprobar las fuertes disputas que existen entre los diferentes cuerpos de seguridad por salir en la mediática foto final. Durante el recorrido, que tuvo su final en la Plaza de Cibeles, se pudieron observar 'toques' entre motoristas de la Policía Municipal y la Guardia Civil y a la Policía Nacional negar el acceso a la línea de meta a los agentes locales, según afirman fuentes policiales. Además, el exjefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, montó en cólera por el desprecio de los dos cuerpos de seguridad del Estado, según explican las mismas fuentes.
Los espacios publicitarios que facilita la Vuelta Ciclista a España son muy golosos para las distintas empresas que durante esos 21 días que dura la competición, se pelean para acaparar los últimos metros de valla de la entrada a meta o los mejores cartelones en los distintos puertos. Unipublic, la empresa que se encarga de gestionar todo lo que tiene que ver con el recorrido de la ronda española, también tiene un convenio firmado con Guardia Civil y Policía Nacional para que ambos cuerpos de seguridad presten cobertura a la Dirección de carrera.
El problema es cuando La Vuelta llega a Madrid. En la capital, las competencias de tráfico son de la Policía Municipal, y por lo tanto, son sus agentes quienes deben facilitar los cortes de las calles donde tiene lugar el circuito cerrado que cada año cierra la competición en la Plaza de Cibeles. Es decir, la lucha por salir en la foto que mantienen las empresas se traslada a la confrontación de egos de los distintos cuerpos de seguridad.
Normalmente, cuando el pelotón entra en la capital lo hace escoltado por motoristas de la Guardia Civil. En muchas ocasiones, son incluso voluntarios, es decir, agentes del Instituto Armado que ha solicitado cubrir La Vuelta, afirman fuentes policiales. En este sentido, los policías municipales no entienden por qué ellos tienen que realizar el 'trabajo sucio' y encargarse del corte de las calles, mientras que la Guardia Civil, que no tienen competencias de tráfico núcleos urbanos, acapara todos los focos mediáticos. «Todos los años se ven toques entre motoristas de la Policía Municipal y la Guardia Civil», explican fuentes policiales. Esta es una situación que se da edición tras edición, según confirma esta misma fuente.
Los agentes del cuerpo local de la capital tampoco entienden por qué han sido apartados de la 'foto' final La Vuelta. «Antes, las UCES (actuales UAS, Unidad de Apoyo a la Seguridad) se colocaban en los palcos para las autoridades y al menos había constancia de que la Policía Municipal había formado parte del dispositivo, pero con el paso del tiempo y la desaparición de las UCES ya ni eso», explica una fuente municipal. En este sentido, no sólo culpan a la extinción de la unidad de antidisturbios, sino también a la actitud de la Policía Nacional: «Poco a poco y año a año nos han ido vetando la entrada al circuito cerrado de la última etapa. Este año hemos visto como si dejaban entrar a personal del Samur, de Protección Civil… pero a nosotros, no».
Este supuesto menosprecio a la labor policial del cuerpo local ha sido tal que hasta el exjefe de la Policía Municipal de Madrid, actual inspector y responsable del dispositivo, Emilio Monteagudo, mostró su enfado con sus 'colegas' de la Guardia Civil y la Policía Nacional. El ex 'numero uno' del cuerpo municipal manifestó su disconformidad con lo ocurrido y afirmó que estaba cansado de que todos los año pasara lo mismo, antes de discutir con los dos cuerpos de seguridad estatales.
De todos modos, esta pelea es un hecho puntual, porque la realidad es que la relación entre estos cuerpos de seguridad es excelente y la colaboración, continua. Sólo es el sueldo el único punto donde la Policía Municipal discrepa con la Policía Nacional y Guardia Civil. Estos dos últimos buscan equiparar sus retribuciones económicas a los de las policías locales y autonómicas y ya han comenzado a unirse sindicatos y asociaciones para conseguirlo.
Carlos Lospitao