miércoles, octubre 2, 2024
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La huelga de basura ahoga al gobierno de Manuela Carmena

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Este martes Madrid amanecerá con nueve distritos repletos de basura. La huelga iniciada por los trabajadores este lunes ha sido secundada por el 100% de los trabajadores, según fuentes sindicales. Los servicios mínimos establecidos por el Ayuntamiento -fijados en un 50%- han funcionado, aunque con algún retraso, como así lo han reconocido algunas centrales. El problema de la basura es una herencia del gobierno de Ana Botella, aunque Manuela Carmena, alcaldesa de la ciudad, prometió acabar con él a su llegada al poder. La realidad es que transcurrida más de la mitad de la legislatura Ahora Madrid no ha conseguido remunicipalizar el servicio, una de las grandes promesas electorales de su programa y motivo por el que consiguió reclutar un gran número de votantes. 

«En el Ayuntamiento están muy preocupados, intentan ser los mediadores porque lógicamente al final son ellos los prestatarios de un servicio vital para sus ciudadanos, que al final son sus votantes», afirma Isabel Rodríguez, secretaría de Política Local y Ciudad de Madrid de C.C.O.O. La huelga indefinida tendrá una repercusión inmediata y directa en la limpieza de la capital de España desde este mismo martes. Los trabajadores afectados -cerca de 1.800- han establecido vaciar los cubos en días alternos según los distritos. Esto no pasará en lugares en los que se acumulan restos clínicos, animales muertos y mercancía procedente de mercados y galerías de alimentación, centros de enseñanza, guarderías y residencias especiales.

Los residuos que se depositan en el cubo de tapa naranja y el de tapa marrón -en los 17 barrios de 10 distritos a los que ya ha llegado- se recogerán los días pares (es decir, el lunes 6, el miércoles 8, el viernes 10 y el domingo 12 de noviembre) en Centro, Arganzuela, Salamanca, Chamartín, Fuencarral-El Pardo, Chamberí, Moncla-Aravaca, Carabanchel, Usera, Ciudad Lineal, Vicálvaro y San Blas-Canillejas. En Retiro, Tetuán, Latina, Puente de Vallecas, Moratalaz, Hortaleza, Villaverde, Villa de Vallecas y Barajas será también cada 48 horas, pero justo al revés (martes 7, jueves 9 y sábado 11 de noviembre). Con respecto al servicio de recogido del cubo amarillo, que ahora mismo se realiza cuatro veces por semana, tendrá también una reducción del 50% de los días. 

Sin acuerdo

El nuevo sistema de recogida de basura entró en vigor a finales de 2016 con un presupuesto de 687 millones de euros durante cuatro años. El servicio está divido en tres lotes: zona oeste (adjudicado a FCC), zona este (UTE compuesta por Valoriza, Acciona, OHL, Ascan y Empresa Constructora y de Gestión) y zona sur (Urbaser y Cespa).

En la mañana del pasado lunes tuvo lugar una reunión entre los sindicatos y las empresas a petición del Ayuntamiento de Madrid, uno de los grandes perjudicados por esta situación, pero del encuentro no se concluyó nada positivo, más bien todo lo contrario. «No se han movido nada de su postura inciial y estamos esperando a ver si quieren volver a reunirse. Nosotros nos mantenemos a la espera. Si nos llaman las empresas no sentaremos a negociar y si no iremos a la huelga a defender los derechos de los trabajadores», afirma Rodríguez. 

Los empleados del servicio tienen miedo de perder sus puestos de trabajo, tras la implantación de los camiones de carga lateral. Con este sistema en cada vehículo sólo es necesario que trabaje una persona, el conductor, mientras que con los antiguos camiones hacían falta un piloto y dos operarios. Por eso, solicitan que sea la misma plantilla la que se encargue de recoger los residuos que los vecinos dejan fuera de los contenedores, igual que del vaciado del nuevo cubo de orgánicos, el de tapa marrón. Sin embargo, las empresas adjudicatarias quieren encargar esto a una subcontrata, algo que las centrales no van a permitir ni firmar.

«Yo espero que haya cordura por parte de las empresas, pero el problema es que negociamos con varias empresas, constructoras todas, y hasta que ellas se pongan de acuerdo en sus intereses especiales. Los problemas no son sólo los camiones de carga lateral, también lo son las categorías, la temporalidad, la comisión de seguimiento y la subida salarial que lleva mucho tiempo congelado…». afirma Rodríguez. 

Críticas por la gestión de la crisis

Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, José Luis Martínez-Almeida, solicita a la alcaldesa, que «deje de viajar por el mundo en este mes hasta que se resuelva el problema». La agenda de Carmena para noviembre comprende un viaje a Ciudad del Vaticano y otro a México. Además, el 'popular' insiste en que esta huelga «se está haciendo por un contrato firmado por el equipo de Gobierno de Ahora Madrid en 2016 y no por los realizados por el PP».

En Ciudadanos también se han mostrado muy críticos con el papel del Ayuntamiento de Madrid en esta huelga. «Pedimos al Ayuntamiento que medie y negocie entre las empresas y los trabajadores», afirma Sergio Brabezo, concejal de Ciudadanos. En este sentido, el edil explica que los madrileños pagan «religiosamente, sus impuestos para tener unas calles y que por lo tanto es responsabilidad del Ayuntamiento «garantizar» este servicio. «El consistorio tiene un papel determinante en este conflicto porque es un servicio público y el ayuntamiento no deja de ser su cliente. Por eso, su papel es fundamental en esta negociación», afirma el concejal de la formación naranja. 

Brabezo no sólo critica la falta de reacción del equipo de Manuela Carmena, sino que también muestra su descontento con la posición que han tomado en esta guerra: «Queremos recordar que en la pasada legislatura las huelgas se las hacían a Botella y ahora resulta que se las hacen a las empresas». Además, el concejal no se olvida de la promesa electoral de Manuela Carmena, que no ha cumplido hasta el momento: «Ahora Madrid en su programa electoral llevaba la remunicipalización de este servicio y ahora se lavan las manos con un problema tan importante para los madrileños como es la limpieza», sentencia el edil. 

Por su parte, Rodríguez confía en las buenas intenciones del Ayuntamiento de Madrid, pero ve imposible remunicipalizar el servicio, al menos a corto plazo. «Es inviable hacerlo durante esta legislatura porque el consistorio no puede crear una empresa mixta y por lo tanto no puede absorber a los cerca de 1.800 empleados». 

Carlos Lospitao

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