Comienza el año 2018 y con él también el último curso político completo de Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, y su equipo de gobierno. Este 2018 se presenta como un año clave para la exjueza y sus aspiraciones de volver a ser reelegida en los próximos comicios municipales del 2019 – si finamente decide presentarse como candidata-. Precisamente, el sopesar y madurar la idea de volver a participar en las elecciones es el principal reto personal que se plantea a la primera edil, aunque antes deberá de sofocar las guerras internas dentro de su partido, las concejalías abandonadas, la ausencia de inversión, los problemas climáticos de la capital… Es un año de retos para una alcaldesa que durante el último semestre del 2017 ha gobernado con mano de hierro y sin titubeos a la hora de tomar decisiones drásticas como la destitución de Carlos Sánchez Mato.
Antes de recuperar el control del consistorio y de las distintas concejalías, Carmena tiene un desafío que se ha convertido ya en un clásico desde la llegada de Ahora Madrid al poder, la Cabalgata de los Reyes Magos. Para esta edición, la alcaldesa ha vuelto a recortar el presupuesto destinado a las carrozas y al espectáculo, de hecho, el Ayuntamiento de Madrid ha designado 112.000 euros menos que el año pasado. Es decir, el presupuesto final será de 800.000 euros, a pesar de recaudar cerca de 90.000 euros por el alquiler de los palcos. De todos modos, cifras económicas a un lado, Carmena deberá de lidiar un año más con las diferentes polémicas que ya han surgido al rededor de la la fiesta. En este caso, es una 'drag queen' que ha participado en la cabalgata del Puente de Vallecas la que ha levantado las voces críticas.
Tras las Navidades, el equipo de gobierno local deberá de afrontar la peatonalización definitiva de Gran Vía. De hecho, este proyecto marcará las próximas elecciones municipales. La reducción de tres a dos carriles de circulación en la arteria principal del centro de Madrid ha sido una realidad hasta el 7 de enero de este 2018, aunque ahora Carmena deberá de acometer unas obras que deberían de finalizar en primavera del año que viene, es decir, justo para los comicios de 2019. Los trabajos deberían de comenzar este mes de enero, pero el Ayuntamiento de Madrid todavía no ha informado de los plazos. De todos modos, el pasado mes de octubre La Junta de Gobierno, aprobó sacar a licitación por 9 millones de euros las obras de remodelación de Gran Vía , cuyo plazo de duración será de trece meses.
La contaminación, un asunto primordial
La reducción del tráfico de vehículos en una de las mayores arterias de la capital es sólo una medida más para reducir la contaminación de Madrid, otros de los retos de Carmena para este nuevo curso político. Durante el 2017, la lucha para disminuir la polución se ha centrado en la aplicación de un protocolo creado en su momento por el gobierno 'popular' de Ana Botella. Las restricciones se han centrado en la reducción de la velocidad de circulación en la M-30 y en la prohibición de aparcar en la zona SER a ls no residentes. El escenario tres sólo fue aplicado en una ocasión y supuso que los vehículos cuya matriculara acabara en un número par no pudieran entrar a la capital. Este año se esperan más medidas para combatir a la contaminación, casi todas ellas dirigidas a restringir el uso del vehículo privado.
Otro de los debes hasta el momento de la legislatura de Carmena es la ejecución de presupuestos. Las voces más criticas con la gestión del dinero público por parte de Ahora Madrid apuntan a una alarmante falta de ejecución. De hecho, en la mayoría de los plenos ordinarios el grupo municipal del Partido Popular encabezado por Martínez Almeida ha censurado una y otra vez la gran cantidad de proyectos que se han quedado en simples bocetos por la incapacidad del gobierno local para ejecutarlos. La alcaldesa cansada de este asunto y de los problemas de la Concejalía de Hacienda con el ministro, Cristobal Montoro, decidió cesar a Carlos Sánchez Mato el pasado mes de diciembre para colocar en su lugar a Jorge García Castaño.
Con esta decisión, la exjueza pretende recuperar el control de una de las concejalías que más quebraderos de cabeza le ha supuesto durante estos dos años y medio, aunque no es la única. El área de Cultura de la que ahora se ocupa directamente la propia Carmena tras la destitución de Celia Mayer es un polvorín. De hecho, los reproches por la administración de esta concejalía no sólo provienen de la oposición, sino que también existen discrepancias dentro del propio mundo de la Cultura. La realidad es que la oferta cultural en la capital ha descendido desde la llegada de Ahora Madrid y esto supone ser una ciudad menos atractiva para el turismo.
Menos puestos de confianza
Dentro de esta reestructuración de concejalías Carmena ha de abordar el asunto de los puestos de confianza que han generado guerras internas en el seno de Ahora Madrid. Los asesores y los profesionales elegidos a dedo han sido un quebradero de cabeza desde el aterrizaje de Ahora Madrid en el ayuntamiento de la capital. Con la llegada de la «nueva política» -según la definición de los propios miembros del gobierno local-, Manuela Carmena decidió recortar los cargos de confianza de la antigua corporación local, pero tan sólo un año después -en 2016- la exjueza elevó hasta casi un 50% el número de asesores. En la actualidad, según el portal de Transparencia de la marca blanca de Podemos en Madrid existen hasta 120 cargos de confianza con sueldos que oscilan entre los 5.036 euros y los 3.606 euros brutos, aunque el régimen interno de la coalición no permite cobrar a ninguno de ellos más de 1.939 euros netos al mes.
Los presupuestos participativos y las propuestos ciudadanas pueden ser otras de las claves y de las bazas de la formación de izquierdas de cara a los próximos comicios municipales. Carmena ha impulsado año tras año estos presupuestos participativos, de hecho, no ha hecho sino aumentar la partida económica para ellos -de 60 millones de euros pasaron a los 100 millones de este pasado 2017-, pero de nuevo la falta de ejecución ha retrasado la realización de muchos proyectos de la ciudadanía. Por este motivo, la exjueza deberá de prestar mayor atención a uno de los pilares de su elección como alcaldesa.
Por último, Carmena tiene que tomar la decisión más importante: decidir si se presenta a la reelección. A comienzos de su legislatura la exjueza tenía claro que no repetiría como alcaldesa, pero con el paso del tiempo su postura ha cambiado y en estos momentos no descartar esta posibilidad. De todos modos, en la recámara está Inés Sabanés, la favorita de Carmena para la sucesión.
Carlos Lospitao