Los trabajadores y trabajadoras de Ocio Educativo en Madrid prestan un servicio público al impartir actividades de diferentes disciplinas. Todos ellos son contratados por empresas privadas a través de licitaciones periódicas que hacen las administraciones públicas, es decir, los ayuntamientos o la presidencia de la comunidad autónoma. Sin embargo, desde hace años, estas actividades que se ofrecen a la ciudadanía vienen sufriendo un abandono por parte de las instituciones públicas que se concreta en un abuso por parte de las empresas que, sin control de las administraciones públicas, someten a los profesionales que desarrollan este tipo de actividades a una precariedad laboral extrema.
Tal es así que, en el año 2008, con la llegada de la crisis, los trabajadores de este ámbito sufrieron una bajada salarial estimada en un 50% que se ha seguido acrecentando año tras año. Actualmente, los profesionales de ocio y animación sociocultural perciben entre 6 y 8 euros por hora trabajada.
Los trabajadores y trabajadoras del sector de ocio y educación añaden a su precariedad quejas en materia de alumnado e instalaciones que no reúnen las condiciones necesarias para el buen desarrollo de su actividad o que no se tiene en cuenta en las ratios la presencia de alumnado con necesidades educativas especiales.
De hecho, los recortes en las dotaciones económicas para los concursos o licitaciones son la excusa que dan las empresa para evitar la subida salarial y mantener a los trabajadores y trabajadoras en unas condiciones pésimas. Las administraciones públicas responsables de estas actividades no efectúan ningún control de las condiciones en las que se cumplen los pliegos que son adjudicados a las distintas empresas en las sucesivas licitaciones.
Según ha confirmado a Estrella Digital la Responsable de Comunicación de CCOO, el problema radica en que el Ayuntamiento de Madrid no pone soluciones a esta situación. Ya en febrero, CCOO se reunió con Gema Rivas, coordinadora general de acción territorial del Consistorio, a la que le expresaron sus preocupaciones y quejas sobre el tema. «Parece que escucharon y pensábamos que había ido bien, pero han terminado por lavarse las manos» -explica- «el Ayuntamiento ofrece un producto a través de las empresas privadas que a su vez no cumple», continúa.
Discriminación en la Ciudad de Madrid
A partir de estas declaraciones, Estrella Digital se ha puesto en contacto con el Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Madrid quien asegura desconocer la convocatoria de la concentración, así como las cuestiones que la provocan. Se han ofrecido a “estudiar el asunto” y remitirlo a «distintas áreas del Ayuntamiento» para emitir opinión cuando dispongan de datos sobre la situación.
Por otro lado, se producen otras situaciones de grave discriminación como es el caso de la ciudad de Madrid, donde las condiciones laborales y salariales varían dependiendo de cada distrito y estando a merced de los cambios de empresa o empresas que, una vez, adjudicadas, gestionan los contratos.
En muchas ocasiones esta situación hace perder derechos que deberían ser de aplicación obligada con las cláusulas de subrogación: como el mantenimiento de salarios, de jornada, el pago por los traslados de centro a centro, etc.
Las reivindicaciones comenzaron ya hace dos años y aún no se le ha puesto solución. La manifestación del próximo viernes en la calle Montalbán de Madrid pretende poner solución finalmente a un problema que llevan sufriendo desde que la crisis llegó a nuestras vidas.
Andrea Morea