Antes de la pandemia, en la Comunidad de Madrid había 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), unidades para atender los casos más graves situados en centros de salud y centros de especialidades que abrían por la noche y fines de semana. Se crearon para evitar derivar ciertos casos (los menos delicados) a las urgencias de los hospitales.
Con la llegada del coronavirus, la Comunidad de Madrid los cerró y reubicó a los profesionales sanitarios que allí trabajaban. Pero ahora, más de dos años después, la Consejería de Sanidad ha decidido reorganizar estas urgencias extrahospitalarias. ¿Cómo? Desaparecen los 37 SUAP con esa denominación y solo se vuelven a abrir 17 de ellos como Puntos de Atención de Urgencias: 10 de ellos con médicos y siete solo con enfermeras.
Para los sindicatos se trata de un cierre en toda regla y un paso más en el desmantelamiento de la atención primaria. El Colegio de Enfermería de Madrid (CODEM), por ejemplo, denuncia que Sanidad ha tomado esta decisión unilateralmente sin contar con el consenso de los trabajadores. «Esta medida no garantiza la atención sanitaria y los cuidados de todos los madrileños», señalan desde CODEM.
Lo que defiende Sanidad es que, aprovechando la pandemia, se reorganizan estos recursos tras un estudio técnico previo en el que se han tenido en cuenta criterios de actividad de estos centros, su situación geográfica, la población a la que atienden y la ausencia de un hospital cercano. Según este estudio, solo el 33% de las personas que acudían a los SUAP requerían realmente de una urgencia, y meno de un 1% el traslado a un hospital.
En definitiva, 20 de los SUAP cierran para siempre. Y 17 se mantienen con otro nombre, pero en condiciones diferentes. Habrá 10 Puntos de Atención Continuada (PAC) que contarán con médicos, enfermeras y técnicos en emergencias sanitarias o celadores que se localizarán en los distritos madrileños de Arganzuela, Villa de Vallecas, Ciudad Lineal y Latina; y en los municipios de Alcobendas, Colmenar Viejo, Fuenlabrada, Pinto, Rivas-Vaciamadrid y Tres Cantos.
Y, aunque ya no se denominarán SUAP, se ubicarán en sus mismas dependencias, puesto que son instalaciones ya conocidas por la población. El horario será de lunes a viernes de 20.30 a 8.30 y los sábados, domingos y festivos estarán abiertos las 24 horas.
Luego habrá otros siete PAC, pero solo con cuidados de enfermería programada, es decir, el paciente podrá acudir siempre que tenga una cita previa para realizarse curas o pinchazos. Abrirán también los fines de semana y festivos entre las 8.30 y 20.30. Los profesionales que trabajarán ahí serán enfermeras y técnicos de emergencias sanitarias del Summa 112 y estarán ubicados en centros de Chamberí y Hortaleza (Madrid) y en Alcorcón, Las Rozas, Leganés, Móstoles y Torrejón de Ardoz. Si hay una verdadera urgencia, los pacientes de estos puntos deberán ir al hospital.
Sanidad argumenta que a estos 17 PAC hay que sumar los 45 Servicios de Atención Rural (SAR) que seguirán funcionando en pequeños pueblos de la región, de noche y de madrugada, por lo que son 64 los puntos de urgencias fuera de los hospitales. Con el nuevo plan, asegura Sanidad, «toda la población estará a menos de 15 minutos del punto asistencial más cercano». Esta nueva reorganización empezará tras el verano, ya que debe ser acordada en la Mesa Sectorial con los sindicatos, al suponer el traslado de unos 200 trabajadores.
Para CCOO, «el Consejero de Sanidad del PP, Enrique Ruiz Escudero, quiere cerrar para siempre casi el 75% de unos servicios de urgencia que existían antes y que permitían descongestionar de casos no tan graves las urgencias de los hospitales, ahora colapsadas».