De momento hay preacuerdo. Los cinco sindicatos (Satse, CC OO, Amyts, CSIT-UP y UGT) que habían convocado una huelga indefinida desde este martes en los servicios de urgencias extrahospitalarios han suspendido los paros «tras un acercamiento de posturas» con la Comunidad de Madrid.
La Consejería de Sanidad ha hecho una valoración de todos los puntos que el comité de huelga presentó el pasado viernes para poder frenar in extremis la huelga. Los trabajadores afectados quieren mantener la misma jornada laboral, que las guardias siempre sean voluntarias y que cada profesional esté adscrito a un centro de salud concreto.
La huelga convocada por los sindicatos, a la que estaban llamados 778 sanitarios (228 médicos, 270 enfermeras y 280 celadores) iba a ensombrecer este jueves 27 la reapertura prevista por el Gobierno de Ayuso de las urgencias extrahospitalarias, cerradas cuando llegó la pandemia.
El objetivo era reabrir los 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) que hay en la comunidad de Madrid con el personal que ya trabaja en los 41 Servicios de Atención Rural (SAR), que desde este jueves tenían que dividirse para atender también a los antiguos SUAP. Eso significaba que la mitad de efectivos tendría que cambiar turnos, realizar más horas, incluso cambiarse de centro.
Con la llegada de la pandemia en 2020, el Gobierno madrileño reorganizó sus urgencias no hospitalarias: mantuvo los 41 SAR abiertos (cuyos profesionales dependen de Atención Primaria) y cerró los 37 SUAP para reubicar a sus trabajadores, que dependen del Summa 112. Algunos acabaron en el Hospital Isabel Zendal, otros en el hospital de campaña de Ifema y otros en unas nuevas unidades de atención domiciliaria (UAD), creadas de forma temporal para que los ciudadanos más sensibles al virus no tuvieran que trasladarse a los centros de salud.
Ahora, en 2022, Madrid ideó una nueva reorganización para que todos los centros (SAR y SUAP) estuvieran abiertos las 24 horas, pero solo con el personal de los SAR, sin contrataciones nuevas. Esto implicaba aumentar las horas de trabajo de los trabajadores del SAR, que pasaban de 1.536 horas anuales a 1.642, más la obligatoriedad de realizar horas complementarias (un máximo de 660 horas).
Sanidad también contaba con turnos voluntarios para las guardias de los médicos de familia, lo que obligaba a que estos facultativos se trasladaran de centro para repartirse, olvidando así sus turnos específicos, las noches, los fines de semana y los festivos.
Con la amenaza de huelga presente, la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso se ha comprometido a poner en marcha un modelo «transitorio» de jornada y turnos de trabajo desde la apertura de los SUAP hasta el próximo 31 de diciembre.
Durante estos meses, la jornada laboral será de 1.642,5 horas anuales, pero con la ponderación correspondiente en función de las noches realizadas por cada profesional. Los médicos consiguen así una de sus principales reivindicaciones, puesto que al inicio Madrid proponía esta misma jornada pero sin contar con las noches.
En este periodo transitorio los médicos conseguirán una de las cosas más importantes para ellos: la asignación de un centro determinado. Para ellos era imprescindible que, antes de abrir, estuvieran ya asignados. En paralelo, se negociará con la mesa sectorial de Sanidad el modelo definitivo de adscripción de trabajadores, mediante los correspondientes procesos de «movilidad voluntaria».