El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha afirmado este martes que no rectificará la reciente reforma de la justicia universal porque España no puede ser «el gendarme del mundo» y la nueva norma se «homologa» a la de Alemania, Francia, Reino Unido o Estados Unidos, «los grandes países civilizados del mundo».
En la sesión de control al Gobierno en el Senado, el ministro ha respondido así después de que el senador socialista Antonio Julián Rodríguez Esquerdo le haya acusado de ser «un verdadero peligro» para la calidad democrática y de imponer la impunidad como la verdadera «marca España». «Vayase ya señor Gallardón, no se lo ponga más difícil a los españoles», le ha exhortado.
En similares términos se ha expresado el parlamentario de Entesa Joan Saura, que ha tildado de «fiasco» el reciente cambio legal como acreditan las diferentes interpretaciones de jueces y fiscales y la liberación de varios narcotraficantes a la que ha obligado.
«Su Ministerio va a ser el de la injusticia y la impunidad», ha espetado a Gallardón, para decirle que los narcotraficantes, los torturadores y los genocidas están «brindando hoy a su salud».
La anterior norma era «perfectamente inútil»
Según el ministro, el Gobierno se da por satisfecho si su crédito es homologable al de países como Reino Unido, Francia o Estados Unidos. En su opinión, la anterior normativa ha sido «perfectamente inútil» porque se ha saldado con una única condena en 20 años y «solo ha servido para generar expectativas que no se han visto satisfechas».
«¿Qué estamos buscando, estamos buscando ser los gendarmes del mundo única y exclusivamente para ponernos la chapa?», ha preguntado Gallardón, para afirmar que su norma apuesta por tribunales penales internacionales y por los jueces competentes para que «ninguna conducta en el mundo sea impune».
El titular de Justicia ha eludido hablar sobre la reciente puesta en libertad por la Audiencia Nacional de varios narcotraficantes a la que ha obligado la reforma del PP. No obstante, sí ha defendido que España conozca de los buques con jurisdicción española, que naveguen en su mar territorial, que el envío de la droga tenga como destino nuestro país o que aquí se haya organizado, como propugna la nueva norma.
«Los narcos no están impunes», ha indicado, para añadir que «ningún país en el mundo» permite otra cosa. «Si pretenden convertirnos en los gendarmes internacionales en aguas internacionales no puede hacerse», ha proseguido, para poner el ejemplo de que los tribunales españoles tampoco investigan una transacción de droga entre dos extranjeros en suelo norteamericano.
Poco antes, los senadores de la oposición le han acusado de intercambiar derechos por «contratos suculentos» con China, Israel o Estados Unidos y han denunciado que ahora los jueces están «atados de pies y manos», mientras que las actuaciones policiales son «estériles» gracias a la norma de los 'populares'.