El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha desestimado este martes los dos recursos de anulación presentados por España contra la patente unitaria europea (que se concederá sólo en inglés, francés y alemán) por considerar que discriminaba al castellano. España e Italia decidieron por ello no participar en la patente, en la que sí están los otros 26 Estados miembros mediante una cooperación reforzada.
La sentencia admite que el reglamento de creación de la patente «establece un trato diferenciado de las lenguas oficiales de la UE», pero considera que «tiene un objetivo legítimo: establecer un régimen de traducción uniforme y simplificado para la patente europea de efecto unitario, facilitando así el acceso y la protección que ofrece la patente, especialmente para las pequeñas y medianas empresas».
«El régimen lingüístico establecido por el reglamento hace más fácil, menos costoso y jurídicamente más seguro el acceso a la patente europea de efecto unitario y al sistema de la patente en general», asegura el Tribunal de Justicia.
El reglamento es además, según el fallo, «proporcionado, porque mantiene el equilibrio necesario entre los intereses de los solicitantes de la patente europea de efecto unitario y los de otras empresas en lo que respecta al acceso a las traducciones de los documentos» mediante diversos mecanismos. Entre ellos, un sistema de compensación para el reembolso de los costes de traducción, un periodo transitorio hasta que esté disponible un sistema de traducción automática de alta calidad en todas las lenguas oficiales de la UE y una traducción completa para los operadores sospechosos de infracción en caso de litigio.
La comisaria responsable de Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, se ha felicitado del fallo contra España porque «confirma la legalidad de la patente unitaria» y «es un paso importante para la competitividad europea». «La patente unitaria debe convertirse ahora rápidamente en realidad», ha demandado.