Según informa hoy el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en un comunicado, ya ha ejecutado la sentencia del Supremo que anuló los nombramientos en base a recursos presentados por otros magistrados que se presentaron a ellas y que, según acordó el alto tribunal, tenían más derecho a obtenerlas.
Sin embargo, ambos jueces seguirán en la Sala de Apelación como adscritos a la misma quedando a su disposición según las necesidades que surjan y tendrán que volver a concursar para conseguir una plaza en propiedad, indica el CGPJ.
El nombramiento de los dos nuevos magistrados se ha decidido en base a que son los que tienen mejor número de escalafón de entre los que superaron las pruebas de especialización convocadas por el órgano de gobierno de los jueces en 2011.
El CGPJ nombró a López y Velasco miembros de la Sala de Apelación en mayo de 2017, cuando se estrenó esta nueva instancia de la Audiencia Nacional, por la que pasan las decisiones recurridas de este tribunal antes de ser elevadas al Supremo.
El nombramiento de Hurtado como nuevo juez de apelación afectará a la composición del tribunal que juzgará el caso Bárcenas, ya que este magistrado era miembro de la terna de jueces que lo componían y además el ponente de la sentencia.
Así, ahora la Audiencia Nacional tiene que nombrar a un nuevo juez en sustitución suya, que compondrá el tribunal junto con José Ricardo de Prada, recién reincorporado tras su paso por el tribunal de La Haya, y con María Riera.
Hurtado ya fue el ponente de la sentencia de la primera época del caso Gürtel y ahora tampoco formará parte del tribunal que juzgará el resto de piezas de esta macrocausa, como la de Boadilla del Monte, localidad madrileña en la que el PP está acusado de lucrarse con los beneficios de la trama.
Hurtado ingresó en la carrera judicial en 1983 y ejerció en varios juzgados de Canarias y de Vitoria, tras lo que pasó al juzgado de instrucción 33 de Madrid antes de incorporarse en 1991 a la Audiencia Provincial de Madrid. Desde 2006 es magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Por su parte, Fernández Prado ingresó en la carrera en 1984 y ejerció en juzgados de Galicia, en Bilbao y en uno de menores en Sevilla, tras lo que pasó al de instrucción 34 de Madrid y de ahí, en 1993, a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
La comisión permanente del CGPJ también ha acordado anunciar en el siguiente concurso de traslado las dos plazas que han quedado vacantes en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional tras la marcha a la Sala de Apelación de los dos magistrados.
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