Emotiva carta del decano José María Alonso se dirige a todos los profesionales de la salud madrileña para apoyar y agradecer la labor, a la cual nos sumamos desde este periódico.
CARTA ABIERTA DECANO ICAM JOSÉ MARÍA ALONSO
Desde la responsabilidad que ostento como presidente de Unión Interprofesional de la Comunidad de Madrid, me gustaría aprovechar las líneas que siguen para, de forma expresa, directa y muy sincera dejar constancia de mi agradecimiento personal y mi apoyo incondicional a todos nuestros profesionales del ámbito sanitario, que tan inmensa labor están llevando a cabo en estos momentos difíciles de crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
Soy, y somos, ciudadanos conscientes de la enormidad de la tarea que están abordando y del sacrificio personal que supone para todos ellos, que tienen que trabajar diariamente con personas afectadas por el coronavirus, o sospechosas de estarlo, anteponiendo su vocación de servicio a los pacientes a su propia seguridad y su salud. Su generosidad en este crítico trance es motivo de orgullo, a pesar, o más si cabe, dadas las limitaciones con las que se enfrentan: en el fondo, están poniendo de manifiesto, de manera rotunda, la función social de las profesiones y de quienes las ejercen.
Una vez más, ante circunstancias que sólo podemos calificar de dramáticas, los profesionales madrileños -en este caso sanitarios- se vuelcan con la sociedad y sus instituciones para garantizar una asistencia y prestaciones imprescindibles, vitales. Médicos, enfermeros, farmacéuticos, psicólogos… tienen un cometido fundamental, en primera línea y de manera visible, para paliar los efectos de esta terrible pandemia que estamos sufriendo. Pero no podemos olvidarnos del resto de profesionales de la salud. Odontólogos, protésicos dentales, veterinarios, fisioterapeutas, podólogos, ópticos-optometristas, logopedas, químicos, biólogos, físicos…, así como trabajadores sociales, siguen cumpliendo su misión en los hospitales, en labores complementarias,y haciendo posible una contribución sin la que no podría realizarse una asistencia integral y de calidad a la población.
Todos los profesionales de la salud madrileños están colaborando de manera muy estrecha entre ellos, y colaboran al tiempo activamente y en comunicación permanente con las autoridades sanitarias, Consejería de Sanidad y Ministerio de Sanidad, para dar respuesta a la creciente demanda ciudadana derivada de la expansión aún incontrolada lamentablemente del COVID-19.
Por todo ello, quiero, queremos desde UICM trasladar un mensaje público de apoyo y agradecimiento a nuestros profesionales sanitarios, y hacerlo extensivo al resto de colectivos imprescindibles para el mantenimiento de servicios esenciales. Me refiero a celadores, servicios de limpieza, auxiliares, prevención y un largo etcétera que también están soportando en primera persona una especial presión y la están canalizando de forma admirable.
A veces tenemos que padecer ciertos zarpazos colectivos para percatarnos de que todos los profesionales, en su cualificación y sus garantías, son necesarios, y de que el trabajo de unos no podría desarrollarse sin el auxilio de otros. Así, los diferentes Colegios Profesionales han promovido desde su área de competencia distintas iniciativas para coadyuvar a la finalización, en el menor tiempo posible, de esta crisis, que incluyen desde llamamientos para la fabricación de diferentes materiales decisivos para el socorro a los enfermos, medicamentos, sistemas de protección individual… pero también la aportación de recomendaciones y guías didácticas que resultan tremendamente útiles a todos en estos momentos de indecisión.
Es mi deber, por otra parte, expresar mi más profunda preocupación ante la sobreexposición de los profesionales sanitarios, que ponen en grave riesgo su propia salud al no disponer de los equipos de protección adecuados a las características del COVID-19. Esto, unido a la escasez hasta hoy de pruebas diagnósticas, les está convirtiendo, a su vez y por desgracia, en un vector de contagio para otros pacientes. El suministro de EPI´s, su adecuado uso y la realización de test no solo garantizarían la seguridad de los profesionales sino la de las propias personas infectadas.
Reitero nuestro más absoluto aplauso y respaldo desde Unión Interprofesional de la Comunidad de Madrid a quienes están, con su conducta y su altura, en condiciones extremas, empedrando un camino de esperanza que hemos de recorrer juntos, como sociedad, y en el que nadie quedará abandonado a su suerte. Es un desafío descomunal ante el que no nos podemos permitir fallar.
Mis últimas palabras, por el momento, quiero que sean palabras a futuro. Nos toca, como en pocos capítulos de nuestra historia reciente, estar especialmente unidos. No hay día en que no pensemos qué debemos hacer cuando todo termine o, al menos, cuando este terrible golpe a las personas y a la economía pueda estar bajo un cierto control.
Tengo muy claro, de un lado, que desde UICM tenemos que reforzar la colaboración y la cooperación entre colegios para ayudarnos unos a otros y volcar nuestros esfuerzos y nuestros resultados sobre una sociedad civil que arrastrará heridas visibles. Y de otro, y por encima de todo, que UICM debe jugar un papel fundamental en el camino de la recuperación del durísimo impacto y las secuelas que el COVID-19 dejará en nuestro tejido productivo. A eso os convoco, deseando, con toda la esperanza, que permanezcáis protegidos y fuertes para poder seguir adelante.
Tribuna Estrella