Lo ha hecho en el pleno del Congreso, y en repuesta a una pregunta de la portavoz del grupo popular, Cayetana Álvarez de Toledo, quien le ha interpelado como miembro del Gobierno y como juez por unas palabras que, ha denunciado, buscaban «socavar» el Poder Judicial.
Tras la condena a Serra a 19 meses de prisión por atentado a la autoridad, lesiones leves y daños a raíz del intento de frenar un desahucio en 2014, Iglesias señaló en Twitter que «mucha gente siente que corruptos muy poderosos quedan impunes gracias a sus privilegios y contactos, mientras se condena a quien protestó por un desahucio vergonzoso», al tiempo que precisaba que las sentencias se acatan y recurren.
Campo ha subrayado que tiene «la mejor opinión y consideración del Poder Judicial» y ha asegurado que los jueces actúan con «independencia, responsabilidad y sometimiento al imperio de la ley», algo que comparten «todos y cada uno» de los miembros del Gobierno, «que respetan y velan por que el ejercicio de la función judicial se realice bajo esas premisas».
La libertad de expresión, ha continuado, es un derecho fundamental que «tenemos todos, también el vicepresidente segundo» y los miembros del PP. «Este Gobierno cree tanto en la libertad de expresión que incluso con lo que está oyendo esta mañana le tiende la mano para un pacto de reconstrucción nacional, que eso es lo que nos piden los ciudadanos», ha manifestado.
Álvarez de Toledo ha instado al Ejecutivo a no confundir «la nueva normalidad con la más ruinosa y rancia involución» y ha reclamado que la defensa de las libertades públicas forme parte de la comisión para la reconstrucción.
La portavoz ha acusado al Gobierno de «amparar las mentiras» de Iglesias y sus ataques a la Justicia por necesidad -«con ellos retienen el poder a costa de la salud democrática»-, pero también «por convicción», porque coinciden en su deseo de «una Justicia basada en la ideología y la verdad».
Lo demostró, a su juicio, con el nombramiento de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, al «sacrificar a la Justicia en el altar de sus negociaciones separatistas» y ahora en la «deriva totalitaria» de un Gobierno que buscar «matar a Montesquieu con la mentira».
«Sé que mis valoraciones sobre unas declaraciones más o menos afortunadas no le van convencer, pero lo que está claro es que a quien no le van a convencer es a los ciudadanos, porque lo que nos están pidiendo es que resolvamos la mayor crisis sanitaria, social y económica que ha conocido este país», ha insistido Campo.
Tras reconocer que los políticos hablan mucho y opinan de todo, ha pedido hacer caso a Azaña para bajar el ruido y ponerse a trabajar en el silencio, invitando de nuevo al PP a unirse al gran pacto por la reconstrucción y apoyar también el decreto aprobado para intentar evitar el colapso de la justicia.
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