El decano del Colegio de Abogados de Madrid, José María Alonso, participó ayer en la III Edición “Legal Millennials”, una Feria de Talento organizada por Bbrainrers y Todojuristas.com bajo el lema “Retos post-COVID-19 para jóvenes juristas”. El evento, celebrado en formato completamente online, tuvo como objetivo ofrecer consejos, orientación y respuestas a todas las incertidumbres que asaltan a quienes inician su carrera profesional en el ámbito de la abogacía.
Junto a la decana de Colegio de la Abogacía de Barcelona, María Eugenia Gay; la Directora Legal de Amazon España, Ana Buitrago; la Senior Director Legal de Google, María González; y el decano del Colegio de Abogados de Zaragoza, Antonio Morán, el decano madrileño intervino en una mesa redonda sobre las distintas formas de ejercer la abogacía en la actualidad.
Con un discurso centrado en las salidas profesionales en tiempos de cambio, Alonso explicó la transformación que ha sufrido la profesión de abogado a lo largo de su dilatada trayectoria profesional, sobre todo en la relación con el cliente: “la competencia es extraordinaria, hay que luchar por la excelencia y por retener al cliente, que si está contento te recomendará a nuevos clientes”. Desde una perspectiva internacional, reivindicó el alto nivel y la presencia exterior de las grandes firmas radicadas en nuestro país: «en España hay despachos internacionales que compiten al más alto nivel con otros despachos del mundo», afirmó.
Apostar por la excelencia
Respecto a la situación actual tras el estallido de la pandemia causada por el COVID-19, el decano del ICAM incidió en la necesidad de apostar aún más por la calidad de los servicios jurídicos. «La Abogacía debe redoblar, en estos complejos tiempos de cambio, su apuesta por la excelencia, ha subrayado. Debe saber ver, en momentos de crisis, dónde están las oportunidades, porque surgen y surgirán».
A quienes se inician en el mundo de derecho, Alonso recomendó asentar los cimientos de su futura carrera profesional sobre una base formativa lo más amplia posible, pues «los despachos compensarán con creces que tengas el doble grado».
Por último, el decano de la abogacía madrileña se refirió a la necesidad de gestionar los aciertos y los errores para avanzar con paso firme en el ejercicio de la abogacía: «el éxito hay que asumirlo sin soberbia, y del fracaso hay que aprender por qué ha ocurrido y procurar que no vuelva a ocurrir».
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