El juez Matthew Nicklin debía decidir si el anterior monarca puede ser juzgado en la jurisdicción inglesa, antes de evaluar la demanda de Sayn-Wittgenstein, que lo acusa de acoso, seguimiento ilegal y difamación desde la ruptura en 2012 de su relación, que entablaron en 2004.
El argumento de no poder ser imputable en Reino Unido es que si en su país no lo era tampoco en el extranjero, pero ahora Juan Carlos ya no es jefe de estado, no vive en España y ya puede ser juzgado aquí, razón por la que se le quita también la inmunidad en Reino Unido.