En un comunicado, el Colegio informa de que ha tomado la decisión tras «un detenido análisis de la situación planteada en los últimos meses a raíz de las noticias aparecidas en los medios de comunicación», relacionadas con la vida privada de Merlos.
La polémica con Merlos saltó el 23 de abril por un vídeo en el que aparecía una mujer semidesnuda de fondo en su domicilio mientras él era entrevistado por videoconferencia. Desde entonces, el director de Comunicación del ICAM, un habitual de las tertulias televisivas desde hace años, comenzó a ser protagonista en revistas y programas del corazón que pusieron su historia en las portadas.
En paralelo, la Asociación Libre de Abogadas y Abogados (ALA) denunció cinco días después la supuesta contratación irregular de Merlos mediante su sociedad Trocadero Comunicación.
Oficialmente, el Colegio señala que «la razón para la terminación del contrato con dicha sociedad se encuentra en la incompatibilidad entre la proyección pública de Alfonso Merlos, derivada de dichas noticias, y la naturaleza de la actividad que desarrolla el ICAM, como representante de la abogacía madrileña».
Y precisa que para «llevar a cabo una transición ordenada en un área tan fundamental como es Comunicación», la rescisión será efectiva a partir del próximo 15 de septiembre. Eso si, nada dice de esas presuntas irregularidades denunciadas por ALA.
El contrato, firmado el 5 de marzo de 2018 pero con efectos a 2 de febrero de ese año, fija un sueldo a Merlos de 120.000 euros anuales en 12 mensualidades y adicionalmente añade 30.000 euros en variables, sujetos a una serie de condiciones. A ello hay que sumar el IVA, por lo que la cifra total asciende a 181.500 euros.
La parte variable, según ALA, quedaba condicionada a una mejora del coste del Departamento de Comunicación del ICAM y de los gastos asociados al mismo, que debían concretarse a 31 de diciembre de 2018 y se fijaban en una reducción que debían pasar de 615.000 euros (costes fijados en el momento de suscripción del contrato) a 492.000 (incluido el importe del contrato de Trocadero Comunicación).
Y entonces, continúa, el ICAM despidió a cuatro trabajadores del Departamento de Comunicación, asumió con cargo a su presupuesto el importe de las indemnizaciones en despidos considerados como improcedentes y, de esa forma, permitió a Merlos cobrar los 30.000.
El contrato preveía también que Merlos pudiera auxiliarse de personal propio de Trocadero, sin embargo ALA dice que siempre ha utilizado a los trabajadores del ICAM sin que nadie le haya impuesto ni unas horas de presencia mínima, ni exclusividad en su cargo.
Honorarios al margen, ALA cuestionaba también el proceso de renovación en 2019 del servicio de comunicación de la empresa de Merlos para el ICAM, cuyo contrato se renovaba anualmente.
Señalaba que Trocadero no tenía actualizada su información financiera pues las cuentas presentadas en el Registro Mercantil eran de ejercicios anteriores (2014, 2015 y 2016) pero no de 2017, como exige el Código de Conducta y Política General de Conflicto de Intereses del ICAM.
Estrella Digital