El juez que investigaba la muerte de Silvia Idalia, la joven fallecida tras realizarse una operación de estética en la clínica Ceme de Madrid, ha archivado la causa.
Este centro especializado en cirugía plástica se encuentra en la calle Castelló, en pleno barrio de Salamanca. A pesar del ruido mediático, seguían acudiendo clientes al establecimiento.
El magistrado considera que los médicos no cometieron ninguna imprudencia y que la chica murió por una complicación pero no a causa de la intervención, sino de manera fortuita.
El auto del titular del Juzgado de Instrucción número 46, fechado este lunes decreta el archivo provisional del caso. Se argumenta que la conducta de los profesionales investigados fue «ajustada a la ‘lex artis’», de manera que ahora cabe la reclamación que pudiera realizarse por vía civil o administrativa, pero no ya por la vía penal
También se deniega la petición de los abogados de la acusación, para que se unieran a este caso, las denuncias de otras 19 personas supuestamente afectadas por negligencias en Ceme.
La mujer que vivía en Mallorca y había venido a Madrid a realizarse varias operaciones con el fin de mejorar su aspecto físico, murió el pasado 30 de julio. Todo ello meses más tarde de ponerse en manos de los cirujanos en la polémica clínica.
Tras meses en coma sin apenas mejoría, nunca mejoró su delicado estado de salud, no pudo recuperase y terminó falleciendo.
R.F.