El Gobierno estadounidense no cantó victoria sobre las riquezas que generarán las minas descubiertas en Afganistán, ya que consideró que convertir el potencial de las minas en ingresos reales para el país puede llevar años. Así lo indicó el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, quien señaló que «la extracción de minerales enfrenta muchos desafíos, aunque no es un reto insuperable, pese a que algunas se encuentras en zonas remotas o zonas controladas por la insurgencia.
Crowyley también señaló que la falta de infraestructura del país y la inversión de capital harán «cuesta arriba» este proceso, por lo que consideró que «convertir la riqueza mineral (que se ha estimado en un billón de dólares) en ingresos reales llevará años». Entre los grandes retos que tendrá que afrontar el país será elaborar un plan «eficaz» que permita que los ingresos generados «beneficien a todos los ciudadanos afganos, señaló el portavoz.
En este sentido dijo que será «esencial» que el país mejore su gobernabilidad para que los recursos no sean «fuente de conflicto y corrupción» y «no sólo se beneficien algunos». Afganistán ha basado su economía en las últimas décadas en el tráfico de opio y carece de industrias estables, pero según un informe del Pentágono citado por el periódico «The New York Times, los yacimientos podrían convertir al país en «la Arabia Saudí del litio». Según fuentes oficiales, los depósitos más importantes encontrados, son de hierro y cobre, aunque también hay niobio y oro.