Cuando aún no se han apagado las llamas levantadas por el violento asalto a la «Flotilla de la Libertad, Israel se prepara para la llegada de múltiples barcos desde distintos países que tratarán de romper el bloqueo a Gaza. A pesar de encontrarse bajo la atenta mirada de la comunidad internacional, que condenó masivamente la muerte de nueve civiles turcos durante el asalto a la flotilla y pidió el fin del bloqueo a la franja palestina, las autoridades israelíes se mantienen firmes y han advertido que no van a permitir el paso de ningún barco. «El Gobierno no ha cambiado su política, dijo el portavoz de Exteriores, Andy David, que añadió que «todas las agencias y ministerios están en alerta y siguen de cerca los acontecimientos» para frenar la llegada de nuevas naves.
Irán, enemigo declarado de Israel, ha anunciado el envío de dos embarcaciones cargadas con ayuda humanitaria recogida por la Media Luna Roja, la primera de las cuales emprendió viaje ayer y será seguida por otra este fin de semana. Al contrario de lo que Teherán indicó en un primer momento, estas no serán escoltadas por la Guardia Revolucionaria, lo que podría haber provocado un serio enfrentamiento en alta mar con el Ejército israelí.
Desde El Líbano también se ha anunciado el envío en breve de una nave, fletada por el «Movimiento Gaza Libre» y la organización «Reporteros sin Fronteras, que podría zarpar esta misma semana. El diario israelí Yediot Aharonot asegura hoy que el movimiento islamista chií libanés Hizbulá también está organizando una flotilla con el apoyo de Siria.
Aunque no ha sido confirmado por la organización, su líder, Hasan Nashrala, instó recientemente por televisión a los libaneses a «organizar una segunda flotilla» para romper el bloqueo. La propuesta más ambiciosa es la del movimiento «Viva Palestina» (con sedes en Reino Unido, Turquía, EEUU, Malasia y Líbano) y el «Comité Internacional para Romper el Bloqueo a Gaza, que han anunciado la salida conjunta de un convoy terrestre y uno marítimo el próximo 12 de septiembre.
El cargamento por tierra partirá de Londres y atravesará Europa, Turquía y Siria recogiendo a su paso coches, camiones y voluntarios con el objetivo de llegar a los 500 vehículos, que tratarán de entrar a Gaza por Rafah, en la frontera con Egipto. El convoy marítimo pretende alcanzar las sesenta embarcaciones, que unirán a la flotilla inicial durante sus paradas en varios puertos del Mediterráneo.
A todas estas iniciativas se une, desde Alemania, la de la organización «Judische Stimme» (Voz Judía), que ha anunciado el lanzamiento de un barco con pasajeros judíos con ayuda escolar e instrumentos musicales para los niños palestinos. Fuentes de Hamás han dicho que esperan recibir alrededor de una decena de flotillas antes de octubre, procedentes de puntos tan distantes del planeta como Sudán, Noruega y Malasia.
Israel ha pedido a los países de la UE que impidan la salida desde sus puertos a barcos que pretendan romper el cerco a la franja palestina, impuesto hace cuatro años con la colaboración de Egipto con el fin de asfixiar al movimiento islamista Hamás. Para el portavoz de Exteriores, «el hecho de que haya flotillas enviadas por Hizbulá e Irán demuestra que se trata de provocaciones terroristas, de un esfuerzo coordinado de las organizaciones yihadistas» y no de iniciativas humanitarias.
David señaló que «algunos de los que partirán de Beirut han dicho que están preparados para ser ‘sahid’ (mártires) y Nasrala ha apoyado los barcos, que se coordinan entre Damasco, Hizbulá y Teherán para provocar a Israel». El portavoz israelí lamentó que haya «pacifistas genuinos» que están siendo engañados por las «organizaciones radicales» que impulsan las flotillas.
El vicecomandante de la Marina, vicealmirante Rani Ben Yehuda, declaró al diario israelí «Jerusalem Post» que las fuerzas de seguridad partirán de la premisa de que los barcos iraníes llevan provocadores a bordo y recomendó a los activistas humanitarios que planean tomar parte de las flotillas que «se lo piensen bien, porque no saben quién va en esos barcos». Según Ben Yehuda, los nueve turcos que los comandos israelíes mataron en el barco Mavi Marmara eran «terroristas, al igual que docenas de personas que viajaban en la nave.
Sin embargo, por el momento Israel no ha conseguido demostrar que la «Flotilla de la Libertad» tuviera lazos con organizaciones terroristas y la comunidad internacional observa atenta y permanece a la espera de que se aclare el violento abordaje que tuvo lugar en aguas internacionales.