La presión internacional que siguió al asalto a la ‘Flotilla de la Libertad’ ha dado este jueves sus frutos con el anuncio de Israel de que suavizará el bloqueo a la franja de Gaza, donde permitirá la entrada de bienes de uso civil. Las llamadas unívocas reiteradas por miembros de la comunidad de naciones en las últimas semanas y, sobre todo, las voces procedentes de la Unión Europea y de Estados Unidos -principal aliado de Israel en la esfera internacional- han forzado al Gobierno del conservador Benjamín Netanyahu a aceptar este jueves una «liberalización» del cerco que ahoga desde hace cuatro años a la franja palestina.
El Gabinete de Seguridad, formado por el núcleo duro del Gobierno, anunció que «flexibilizará el sistema por el que los bienes civiles entran en Gaza y ampliará el flujo de materiales para proyectos civiles que estén bajo supervisión internacional, al tiempo que continuará con los procedimientos de seguridad existentes para impedir la entrada de armas y material de guerra».
Es una decisión de principio, que aún tiene que ser ratificada por el Gabinete al completo, que también deberá determinar los pasos adicionales a seguir para hacer efectiva esta política, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Andy David. Por el momento, nadie ha explicado en qué va a consistir exactamente la «liberalización» y qué productos no se permitirá introducir en la franja por temor a que puedan ser utilizados por las milicias palestinas.
Israel tampoco ha querido explicar con detalle cuál era la política a seguir hasta ahora, y se ha limitado a indicar que «no hay una lista cerrada de productos, sino que depende de otros factores, como quién sea el importador o cuáles sean las medidas de seguridad con las que se importan».»Ahora se permitirá la entrada de más cosas y a más organismos, pero eso no significa que vayamos a permitir la entrada libre de todo, manifestó David quien destacó que se aumentará la coordinación con las agencias internacionales que trabajan en el lugar para hacer llegar los bienes a las personas que los necesitan y evitar que caigan en manos del movimiento islamista Hamás.
Galletas y patatas fritas, eran «frutos» prohibidos
La semana pasada Israel ya empezó a aflojar el cerco a Gaza y el organismo militar que gestiona los asuntos civiles en los territorios ocupados anunció que permitiría la entrada de refrescos, zumos, frutas en conserva, galletas, aperitivos y patatas fritas, que hasta ahora tenían prohibido el paso aunque no estuviese claro por qué eran considerados un riesgo para la seguridad de Israel. Uno de los destacados dirigentes de Hamás en Gaza, Ismail al Ashkar, declaró este jueves que el anuncio del Gabinete de Seguridad «no tiene ningún sentido y forma parte de la propaganda del Gobierno israelí para poner fin a la presión que el mundo ha ejercido después del asalto a la flotilla» en aguas internacionales el 31 de mayo.
Aún falta el material de construcción
Pero lo que la comunidad exige, según Ashkar, es «el levantamiento total del bloqueo, porque la población de Gaza «no necesita más kepchut y mayonesa, sino materiales de construcción para reconstruir sus viviendas y materias primas para la industria». «Queremos que todos los cruces fronterizos se abran por completo y que se levante el bloqueo, que mantiene encerradas en la pequeña franja territorial a un millón y medio de personas, declaró Al Ashkar.
Desde Ramala, Saeb Erekat, jefe negociador palestino y asesor del presidente Mahmud Abás, consideró que la decisión israelí es «insuficiente» y que, a pesar de ella, «el bloqueo ilegal impuesto sobre los palestinos continúa». «O Israel levanta por completo el asedio o continuará violando la legalidad internacional y la más básica moral, dijo Erekat en un comunicado enviado a los medios.
«Insostenible» era la palabra que EEUU había utilizado recientemente para definir el cerco, mientras que la representante europea de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, aseguraba ayer que éste «daña a la gente normal, impide la reconstrucción, alimenta el radicalismo y da autoridad a Hamás».
El anuncio de este jueves supone un triunfo para los organizadores de la ‘Flotilla de la Libertad’, cuyo asalto por comandos israelíes mientras transportaba ayuda a la franja se saldó con la muerte de nueve activistas turcos y generó duras críticas contra Israel a lo largo y ancho del planeta. Aun está por ver que la comunidad internacional se conforma con el paso dado este jueves por el Ejecutivo de Netanyahu y también que éste sea capaz de frenar los movimientos civiles que lideran la lucha contra el bloqueo, como el de «Gaza Libre» o «Viva Palestina, que ya han anunciado el envío en los próximos meses de varias flotillas con ayuda humanitaria.