El Vaticano ultima las nuevas reglas par afrontar con mayor severidad y la máxima transparencia los casos de abusos sexuales a menores de edad cometidos por miembros de la Iglesia católica.
Así lo manifestaron hoy fuentes vaticanas y la revista católica estadounidense National Catholic Reporter, que precisaron que la difusión de las nuevas normas es inminente e incluso podría tener lugar la próxima semana.
Se trata de unas reglas orientadas a consolidar las prácticas existentes, más que una nueva propuesta radical sobre cómo deben gestionarse los casos de abusos sexuales, según las mismas fuentes.
La revisión de las normas afectará sólo al estado eclesiástico interno de un sacerdote acusado de abusos, no las relaciones con las autoridades civiles, un ámbito ya abordado en las disposiciones adoptadas el pasado mes de abril.
Se codificarán, además, una serie de excepciones al «Motu Proprio», cuya aprobación fue promovida por el actual Papa en 2003, cuando era el cardenal Joseph Ratzinger.
Estas excepciones, conocidas como «facultades especiales», sirven para simplificar los procedimientos eclesiásticos, con el fin de alejar de la Iglesia a los sacerdotes pederastas con mayor celeridad.
Entre las novedades contenidas en estas reglas están, entre otras, la ampliación de la prescripción por la acusación de abusos, que pasa de los diez años posteriores a los 18 años de la víctima, a diez años después de su 20 cumpleaños.
Otra de estas medidas, será la definición de posesión de pornografía infantil como «grave ofensa».
Estas nuevas normas llegan tras los casos de abusos que han sacudido a la Iglesia católica en países como EEUU, Irlanda, Alemania, Austria, Holanda, Bélgica e Italia, que la han colocado en una de las crisis más graves de su historia reciente.