La crisis diplomática entre Colombia y Venezuela vivió este lunes un nuevo episodio cuando el embajador venezolano ante la ONU, Jorge Valero, le expresó al secretario general del organismo, Ban Ki-moon, el temor de su Gobierno de que Colombia prepare «una guerra» contra su país con el apoyo de EE.UU.
Esto, pese a los crecientes esfuerzos en gran parte del continente por buscar una salida negociada después de que Venezuela rompió la semana pasada sus relaciones diplomáticas con el vecino país tras las denuncias de Colombia ante la OEA por la presunta presencia de guerrilleros colombianos en territorio venezolano.
Valero le entregó una carta a Ban de la Administración del presidente Hugo Chávez, para que sea distribuida entre los otros 191 países miembros de la organización mundial.
«El Gobierno de Colombia, aliado con Estados Unidos, trata de iniciar una guerra contra Venezuela», aseguró el diplomático venezolano, que acusó al presidente colombiano, Álvaro Uribe, de haber «enloquecido».
El embajador precisó que no le pidió ningún tipo de mediación a Ban y rechazó tajantemente la posibilidad de que el organismo mundial envíe algún tipo de comisión para que investigue las denuncias colombianas.
Pese a que el ministro de Energía Eléctrica de Venezuela, Alí Rodríguez, afirmó hoy en Cuba que su país es «amante de la paz» y no quiere la guerra, las autoridades de esa nación reforzaron este lunes la vigilancia de la frontera.
«Tenemos un refuerzo de 980 a 1.000 efectivos militares que se suman al resguardo de la frontera, pero no hay operaciones extraordinarias. Nos mantenemos en estado de alerta», dijo el general Franklin Márquez, jefe del Comando Regional 1 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada).
Uribe no se ha pronunciado
Aunque el Ejecutivo de Uribe no se ha pronunciado al respecto, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Philip Crowley, aseguró que los venezolanos «no deberían estar en ningún estado de alerta por alguna preocupación sobre Estados Unidos. No tenemos intención de tomar una acción militar contra Venezuela».
Sin embargo, Crowley fue claro en reiterar que las acusaciones colombianas sobre la supuesta presencia de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio venezolano son «serias» y merecen una investigación plena.
El portavoz consideró que sería «más constructivo» si Venezuela respondiera directamente a esas acusaciones «y a través del diálogo mejorara las relaciones con Colombia».
Un posible diálogo
Ante este nuevo episodio en la difícil relación que viven desde hace más de un año los Gobiernos de Chávez y Uribe, se siguen barajando opciones de diálogo, como la reunión de cancilleres suramericanos, convocada para el próximo jueves en Quito, que abre una «puerta de solución» a ese conflicto.
Así lo expresó Kintto Lucas, vicecanciller de Ecuador, país que ocupa la Presidencia temporal de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), organismo «que ha sido un ámbito de encuentro de los distintos Gobiernos y países de América del Sur».
Ante la perspectiva de este encuentro, al que de acuerdo con Lucas ya confirmaron su asistencia la mayoría de los 12 países de la región, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, inició hoy una gira por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Perú y Bolivia.
La primera parada de Maduro se dio en Brasilia, donde se reunió con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cita tras la que el canciller aseguró que en el encuentro de Unasur quieren «informar ampliamente (a los Gobiernos de la región) sobre la necesidad de un plan de paz para Suramérica».
A su vez, el vicecanciller brasileño, Antonio Patriota, señaló que la reunión de Lula y Maduro «fue buena» y que «se está trabajando para construir confianza» entre los dos Gobiernos andinos mientras asume el presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, el próximo 7 de agosto.
Asimismo, la cancillería venezolana difundió un comunicado en el que cita que Chávez «conversó» con Lula y la mandataria argentina, Cristina Fernández, además de con el secretario general de la Unasur, Néstor Kirchner, sobre la ruptura de las relaciones con Colombia.
Kirchner, en referencia a la crisis colombo-venezolana, sostuvo hoy que «no pueden estar enfrentados dos países hermanos».
De acuerdo con la nota, el gobernante venezolano «amplió detalles acerca de la burda campaña de desinformación emprendida por Uribe desde la Organización de Estados Americanos (OEA)».
Al contrario de la intensa actividad venezolana, Colombia prefirió este lunes mantener silencio y por el momento solo ha anunciado medidas especiales y una «macrorrueda de negocios».
El objetivo de esta iniciativa es el de reactivar la economía en la zona de frontera con Venezuela, ya afectada desde agosto de 2009 por la decisión venezolana de congelar las relaciones comerciales por la acusación de la supuesta desviación de armas hacia las FARC y por un acuerdo militar firmado entre EE.UU. y Colombia.
Además, Santos continuó hoy, en su visita a Chile y Argentina, con el mutismo que ha guardado durante toda su gira por Latinoamérica sobre el conflicto entre su país y Venezuela.
Sin embargo, esta crisis binacional sí ha puesto a hablar a diferentes actores políticos de Latinoamérica.
Tal es el caso del presidente cubano, Raúl Castro, quien dijo que su país, aunque lucha por «la paz y la armonía entre nuestros pueblos hermanos», estará del lado de Venezuela en caso de «cualquier problema» y respaldó el derecho del Gobierno venezolano de defenderse de «amenazas y provocaciones».
A su turno, el opositor José Serra, candidato a la presidencia de Brasil, criticó la supuesta simpatía de Lula por Chávez.
«Es innegable, es indiscutible que Brasil siempre tuvo más simpatía por Chávez (que por el Gobierno colombiano). Eso es obvio. Es innegable que Chávez abriga a las FARC», afirmó.