La Casa Blanca «imploró» a la página de internet Wikileaks, que el pasado domingo publicó más de 90.000 documentos secretos sobre la guerra de Afganistán, que no filtre el resto de los informes en su poder.
Las vidas de personal afgano que ha colaborado con las tropas estadounidenses y la seguridad nacional de EE.UU. quedan en peligro por estas filtraciones, afirmó hoy el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, en una entrevista concedida al programa «Today», de la cadena NBC.
Según Gibbs, la filtración del domingo ya ha puesto en peligro las vidas de personal afgano que trabaja con las fuerzas estadounidenses en ese país.
Los talibanes, declaró el portavoz, han asegurado que buscarán a las personas nombradas en esos documentos para tomar represalias y la publicación de los cerca de 15.000 documentos adicionales que el creador de Wikileaks, Julian Assange, asegura que tiene sólo agravaría la situación.
La Casa Blanca, declaró Gibbs, «sólo puede implorar a la persona que tiene los documentos que no cuelgue más en internet». Desde la publicación de los documentos, en su mayor parte informes de campo de los soldados estadounidenses, el Gobierno estadounidense ha reiterado que las consecuencias de la filtración pueden ser muy peligrosas, por cuanto se revelan nombres de fuentes, identidades de soldados y métodos operativos a los que los talibanes pueden acceder con facilidad.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el almirante Mike Mullen, aseguró el miércoles que Assange podría «tener ya las manos manchadas de sangre» de soldados estadounidenses y de personal afgano.
El secretario de Defensa, Robert Gates declaró: «las consecuencias en el campo de batalla de estos documentos es potencialmente grave y peligrosa para nuestras tropas, nuestros aliados, y socios afganos y podrían dañar nuestras relaciones y reputación en esa parte clave del mundo».
El Pentágono ha abierto una investigación, en la que participa también la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) para identificar a la persona que filtró los documentos a Assange.
Según ha revelado el Pentágono, el principal sospechoso es el analista de inteligencia del Ejército Bradley Manning, de 22 años, quien ya se encontraba detenido en una base militar en Kuwait tras otra filtración en mayo y ha sido trasladado a otra prisión en Virginia.
Wikileaks publicó los documentos, que denuncian desde muertes de civiles no divulgadas hasta la posible colaboración de los servicios secretos de Pakistán con los talibanes, bajo el título «Diario de la Guerra Afgana». Estos informes abarcan desde enero de 2004 hasta 2010.
Al tiempo que Gibbs efectuaba hoy sus declaraciones, en Afganistán se informaba de la muerte de tres soldados estadounidenses, que eleva la cifra de bajas de estas fuerzas en el país asiático a 66 este mes, el número mensual más alto desde que comenzó la guerra en octubre de 2001.