La abogada Elena Kagan jura como magistrada del Supremo de Estados Unidos, con lo que se convierte en la juez número 112 y en la cuarta mujer que ocupa este cargo vitalicio en la historia del más alto tribunal estadounidense.
Pese a la oposición de la mayoría de los republicanos, Kagan logró la confirmación en el cargo el jueves pasado, con 63 votos a favor y 37 en contra.
Kagan, de 50 años, fue designada por el presidente Barack Obama el pasado 10 de mayo para sustituir al juez John Paul Stevens, que se jubiló en junio después de más de 34 años de servicio en la máxima corte del país.
Kagan es la persona que Obama designó para el Tribunal Supremo, considerado el «máximo árbitro» de la Constitución de EE.UU. y que tiene la última palabra sobre asuntos de gran envergadura para la vida nacional, como el aborto, la tenencia de armas, la pena de muerte y los derechos civiles, entre otros.
Su primera candidata, Sonia Sotomayor, de origen puertorriqueño se convirtió en la primera hispana en el Supremo, tras lograr la confirmación del Senado, 68-31. Sotomayor fue confirmada en agosto de 2009.
Momento histórico en el Tribunal Supremo de EEUU
El viernes, Obama elogió la obra y figura de Kagan durante un acto en el Salón Este en la Casa Blanca y celebró que cuando ésta asuma el cargo «por primera vez en la historia habrá tres mujeres prestando servicio en la máxima corte de nuestra nación».
En ese acto, Kagan prometió que, desde el Tribunal Supremo, cumplirá su juramento de «defender la Constitución» y «administrar la Justicia» sin hacer distinción de clases.
Kagan se sumará a las jueces Ruth Bader Ginsburg y Sotomayor. Sandra Day O’Connor, ahora jubilada, rompió la barrera del género en 1981, cuando fue confirmada como la primera mujer en la historia del Supremo, donde permaneció hasta enero de 2006.