La visita por sorpresa de este lunes a Irak recuerda que este martes EEUU pone fin de manera oficial a la guerra de Iraq. Obama cumple así la promesa que al inicio de su candidatura de sacar a las tropas de la guerra en la que les metió George W. Bush.
A pesar de la salida del Ejército norteamericano, el país aún no está tranquilo. Diariamente los ataques talibanes dejan decenas de muertos entre civiles, personas cercana a la política y policías. Hace cinco meses que se celebraron las primeras elecciones presidenciales y democráticas en Irak y aún no conoce quién es el líder vencedor. Los medios con los que cuentan son tan precarios que EEUU abandona el país en una situación de incertidumbre política para el mismo.
Las informaciones recibidas en los últimos meses sobre el reciente hallazgo de ore y otros minerales preciados en las minas de Afganistán no hacen más que acrecentar los rumores sobre la salida de EEUU. ¿Intereses económicos? Aún no hay respuesta para esa pregunta.
Las armas de destrucción masiva que alegó Bush para invadir Iraq no se han encontrado y, lo que es peor, el verano pasado el mismo ex presidente reconoció que no existían. Así pues, ya se redujeron el número de tropas a 50.000 y este martes es el día definitivo para la salida.
El presidente del Gobierno de EEUU, Barack Obama, prometió en 2008 a los votantes que sacaría a las tropas del país, cansados de estar en una guerra. Rodríguez Zapatero ya lo hizo cuando subió al poder, el problema se traslada ahora a los países en los que supuestamente están en misión de paz.