La emergencia humanitaria en Pakistán por las devastadoras inundaciones en una parte del país, lejos de mejorar, se agrava y el número de afectados directamente por esta catástrofe ya se aproxima a los 21 millones de personas, indicó hoy la ONU.
«La situación es inquietante, en el sur no deja de agravarse, especialmente en la provincia de Sindh, y el número de afectados directos en todo Pakistán ya es cercano a los 21 millones de personas, dijo Elizabeth Burs, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU (OCHA).
La nueva secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, quien acaba de sustituir en el cargo a John Holmes, comenzó hoy una visita al país asiático, coincidiendo con el inicio de su mandato, indicó Byrs.
Amos permanecerá en Pakistán hasta el 10 de septiembre, donde se reunirá con autoridades, donantes, agencias de la ONU y socios humanitarios, además de desplazarse a algunas de las zonas más afectadas, como Sindh.
En esa provincia se ha ordenado la evacuación de otra ciudad, Mehar, de 400.000 habitantes, ante el avance de las aguas, que también amenazan a la ciudad de Johi (60.000 habitantes) y Dadu (200.000).
La portavoz indicó que el llamamiento de urgencia efectuado por la ONU para esta emergencia humanitaria, de 469,7 millones de dólares, ya se ha cubierto en un 64 por ciento, hasta 294,4 millones de dólares.
Sin embargo, Byrs destacó que dos importantes sectores receptores de esta ayuda, los de salud y saneamiento y agua, están claramente «subfinanciados, pues sólo se ha recibido el 50 por ciento y el 30 por ciento, respectivamente, de los fondos necesarios.
Las inundaciones están teniendo además un devastador efecto sobre la agricultura, «un sector del que depende económicamente el 80 por ciento de la población de las zonas afectadas, señaló Sandra Avilés, representante de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Avilés añadió que 1,3 millones de hectáreas de cosechas han quedado destruidas y se han perdido 277.000 cabezas de ganado.
«Pero el efecto es más devastador porque los campesinos no podrán plantar trigo hasta la primavera de 2012» debido a que las aguas tardarán en retirarse o evaporarse, agregó.
Por su parte, Fadela Chaib, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó que se ha observado un aumento del 30 por ciento de casos de enfermedades diarreicas respecto al mismo periodo del año pasado, pero señaló que el organismo «no tiene confirmación de que se trate de cólera».
«Hay que recordar que el cólera es una enfermedad endémica en Pakistán, y aunque grave, el protocolo de actuación que aplicamos en todos los casos de diarrea aguda es el mismo, el tratamiento habitual, aunque no tengamos confirmación de si es o no cólera, señaló.