El Partido Laborista de la primera ministra interina de Australia, Julia Gillard, retendrá el poder y formará un gobierno de minoría con el apoyo de dos diputados independientes que este martes anunciaron su decisión.
La resolución adoptada por Rob Oakeshott y Tony Windsor más de dos semanas después de las elecciones significa que la formación de centroizquierda gobernará con 76 escaños, dos más de los que tendrá la coalición conservadora para ejercer la oposición en el Parlamento.
Poco antes, Bob Katter, el otro diputado electo de los tres que han negociado hasta hoy y con los dos mayores partidos políticos a la vez, anunció su respaldo a la coalición conservadora formada por los partidos Liberal y Nacional y liderada por Tony Abbott.
Las decisiones de los tres diputados pusieron fin a las intensas negociaciones que comenzaron después de que ni el Partido Laborista ni la coalición conservadora consiguieran los 76 escaños necesarios para gobernar en solitario, en las elecciones generales celebradas el pasado 21 de agosto.
En conferencia de prensa, Oakeshott y Windsor, explicaron con detalle el proceso de negociaciones seguido durante los últimos 18 días y las razones por las que decidieron apoyar al partido de Gillard, quien corría el riesgo de perder el cargo que asumió hace unos dos meses y medio, a raíz de la dimisión de Kevin Rudd, el 24 de junio pasado.
Windsor y Oakeshott explicaron que su principal objetivo es aprovechar la ventaja ofrecida para la Australia rural y asegurar al máximo que el país tenga un gobierno estable, aunque no descartaron apoyar una moción de confianza o retira su apoyo al Partido Laborista «en caso de circunstancias excepcionales».
El lunes, Gillard y Abbott firmaron la reforma parlamentaria, por la que el portavoz del Parlamento tendrá mayor independencia y los comités parlamentarios adquirirán más importancia.
La primera ministra jurará su cargo ante la gobernadora general, Quentin Bryce, aunque la nueva legislatura comenzará una vez que la Comisión Electoral confirme el resultado de las elecciones, que se prevé será antes del 27 de octubre, que es la fecha límite.