El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha recordado este miércoles que una buena relación con Marruecos es «vital» para los intereses de España, pero el PP le ha recriminado su «irresponsabilidad» al confundir prudencia con inacción y le ha reclamado una defensa firme de la españolidad de Ceuta y Melilla.
Los incidentes registrados este verano en la frontera de Melilla con Marruecos han sido el eje del primer enfrentamiento de Moratinos en el pleno del Congreso con el portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, quien ha lanzado un mensaje al Ejecutivo y al país vecino: «sí llevarnos bien, pero no a cualquier precio».
A su juicio, el Ejecutivo ejerce «la política exterior de los desaparecidos» y resulta «tremendamente perjudicial» para España porque genera incertidumbre, desconfianza y alarma.
«No hacer nada para defender la españolidad Ceuta y Melilla y los intereses de España no es hacer las cosas con cabeza, sino muestra clara de que es un gobierno descabezado, ha manifestado Arístegui, tras afirmar que el PP sí está orgulloso de las dos ciudades y de los policías y guardias civiles que trabajan en la frontera, donde fueron insultadas varias agentes en agosto.
Moratinos ha rebajado la importancia de los incidentes al considerar que se trata de una situación «lógica» de dos países fronterizos y ha subrayado que él y el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, resolvieron el problema de manera «muy satisfactoria» para los intereses de España y para las relaciones bilaterales.
«Este Gobierno defiende los intereses de España y lo hace con una relación fluida, ha subrayado antes de pedir al PP una política de Estado, que es la que debería ejercer un partido que «se ilusiona con ganar La Moncloa».
A su juicio, el verano ha sentado muy mal a Arístegui, a quien ha reprochado que el PP haya pedido la comparecencia del ministro para hablar de Gibraltar y Ceuta y Melilla poniendo al mismo nivel ambos elementos, cuando uno pertenece a la política exterior y otro a la interior.
También el diputado socialista Jordi Pedret ha llevado las relaciones con Marruecos al pleno del Congreso, pero para destacar, como Moratinos, la «extraordinaria importancia» de las relaciones con Rabat y defender el trabajo «serio, callado y eficaz» del Gobierno frente a la «gesticulación patriotera» del PP, punto en el que ha recordado el viaje a Melilla de José María Aznar.
El titular de Exteriores ha refrendado sus palabras al rememorar que cuando el PSOE llegó a La Moncloa constató las «malas relaciones» de España con países vecinos como Francia y Marruecos.
Tras reivindicar el trabajo realizado para que Rabat sea socio y aliado, ha subrayado la relevancia de las relaciones económicas -el comercio bilateral en 2009 superó los 5.000 millones de euros-, y en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo.
Al margen de esta cuestión, el PSOE también ha pedido al ministro un balance del reciente viaje del presidente del Gobierno a China y Japón, dos visitas que han sido calificadas por Moratinos de «gran éxito político, económico y financiero para los intereses de España».