La Cumbre de la ONU para revisar los Objetivos de Desarrollo del Milenio se clausura hoy tras tres días de debate de los líderes mundiales que mostraron buenos propósitos pero escasos resultados concretos.
Aunque todos los participantes reiteraron la voluntad política de cumplir el compromiso adoptado hace diez años para acabar con la miseria en el mundo y hacer más eficaces las ayudas al desarrollo, ideas innovadoras como crear un nuevo impuesto sobre la transacciones financieras levanta la oposición de muchos países.
El plato fuerte de la jornada será la presencia del presidente de Estados Unidos, Barak Obama, quien hablará de la política de su país para el desarrollo y las ayudas que ha aportado en catástrofes recientes como el terremoto de Haití el pasado enero o las inundaciones en julio en Pakistán.
También se espera con interés la intervención de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien además de mostrar los avances de su país en los ODM repetirá su llamamiento a la reformulación de los organismos internacionales.
Brasil estará representado por el ministro de Exteriores, Celso Amorim, ya que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, decidió no viajar a Nueva York para apoyar la campaña electoral de la candidata oficialista Dilma Roussef para las elecciones presidenciales del 3 de octubre.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, en su primera intervención en la ONU hablará de sus planes para el desarrollo y se espera que recuerde en la tribuna de la ONU a los 33 mineros que desde el pasado agosto están atrapados a 700 metros bajo tierra en la mina San José.
Costa Rica, Panamá, Uruguay, El Salvador, Paraguay y Perú intervienen también en la jornada de clausura de la Cumbre. Muchos países en desarrollo han pedido durante la Cumbre de la ONU a los países ricos que la crisis económica global no disminuya la ayuda al desarrollo y han reclamado una reformulación de la arquitectura financiera global que responda mejor a la geopolítica actual.
De otra parte, países como Alemania han recordado la necesidad de un buen gobierno para lograr desarrollo y progreso.
Gates emprende una campaña
Bill Gates emprenderá próximamente una campaña internacional para defender los avances en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), ante el temor de que los ajustes presupuestarios y el escepticismo sobre su eficacia los pongan en peligro, anunció hoy su esposa Melinda Gates.
«Queremos resaltar que la ayuda ha sido increíblemente efectiva y queremos que se conozcan historias positivas» para que «la gente sepa que su dinero ha obtenido resultados, explicó la esposa del fundador de Microsoft durante un encuentro con la prensa con motivo de la cumbre de Naciones Unidas sobre los ODM.
Gates, que dirige junto a su esposo la Fundación Bill y Melinda Gates, precisó que ambos visitarán Londres el próximo octubre y París en enero, a lo que podrían seguir viajes similares a Alemania y España, como parte de la campaña llamada «Prueba viviente».
Su propósito es evitar que las dudas entre algunos sectores de la opinión pública sobre la capacidad de alcanzar los Objetivos del Milenio, sumado a los ajustes presupuestarios a causa de los déficit públicos, frenen los avances en materia de desarrollo.
«Creo que a menudo leemos en la prensa las cosas negativas, muchas informaciones negativas sobre África, mientras que nosotros en la zona percibimos una realidad diferente, apuntó Gates.
En ese aspecto, resaltó que desde que se establecieron los objetivos hace 10 años, más de 1.300 millones de personas han conseguido salir de la pobreza extrema, lo que es algo «extraordinario».
Asimismo, indicó que países «de los que uno no se lo esperaría, como Malaui, Etiopía o Bangladesh, han realizado avances considerables en la reducción de la mortalidad materna e infantil, una de las áreas en las que se especializa la Fundación Gates.
«Aunque en 2015 no alcanzaremos todos los objetivos, siguen siendo un punto de referencia importantísimo para saber qué es lo que debemos hacer y saber si avanzamos, insistió.
Gates aseguró que los fondos destinados a combatir la moralidad materna e infantil, así como enfermedades como el sida o la malaria, se «gastan con mucha eficacia y se han obtenido resultados».
Asimismo, resaltó la «generosidad» de los países europeos, que aportan el 60% de la ayuda oficial al desarrollo en el mundo y «han sido los líderes en esta materia por años en varias áreas, como la mortalidad infantil y materna».
Señaló que le «encantaría» que su país diera más dinero, ya que no está cerca de la meta aconsejada por la ONU de destinar el 0,7% del producto interior bruto (PIB) a la asistencia oficial al desarrollo.
Al mismo tiempo, destacó el impulso que dio la anterior administración del presidente George W. Bush a la lucha contra el VIH/Sida y el compromiso del Gobierno de Barack Obama con la reducción de los índices de mortalidad infantil y materna en los países más pobres.