La Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) de EEUU anunció este jueves que permitirá la venta del polémico medicamento para la diabetes de GlaxoSmithKline, Avandia, pero con restricciones debido al riesgo de ataques cardíacos. La FDA indicó que se recetará a los pacientes Avandia sólo en caso de que no puedan controlar su diabetes con otros medicamentos y ha encargado un estudio independiente que analice los efectos de la medicina.
La FDA y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) han investigado las denuncias de que la medicina Avandia recetada contra la diabetes tipo 2 fuera un factor de riesgo cardiovascular en algunos pacientes que la consumían. Avandia, que era el segundo producto más vendido de la farmacéutica GlaxoSmithKline, ha sido investigada por estos organismos desde que expertos estadounidenses relacionaran el uso de este producto con posibles ataques cardiacos a los pacientes.
Un panel de expertos recomendó el pasado julio a la FDA que Avandia debería seguir siendo vendida en el mercado, pero con algunos cambios en la etiqueta para advertir de sus riesgos. No obstante, otros expertos en Europa han apuntado que los riesgos superan los beneficios de la medicina y han recomendado que sea retirado.
Las ventas de Avandia superaron los 3.000 millones de dólares en 2006, sin embargo, tras la preocupación generada en 2007 bajaron a los 1.200 millones de dólares recaudados en 2009. La farmacéutica ha asegurado que una amplia investigación ha demostrada que Avandia es segura y efectiva cuando se toma siguiendo las recomendaciones de la etiqueta.
El medicamento, también conocido como rosiglitazone y que sirve para controlar la presión sanguínea de enfermos de diabetes, fue aprobado en 1999 por EEUU y ha sido analizado por las autoridades desde que los primeros estudios advirtieron del riesgo de sufrir ataques al corazón o infartos hace años.
Esta es la segunda vez en dos años que la FDA permite que el medicamento continúe en el mercado, pese a la preocupación de los pacientes y de algunos colectivos de médicos y expertos sanitarios.
En 2007, un panel de expertos sugirió a la FDA que pusiera etiquetas más llamativas que revelaran los peligros del medicamento, pero tampoco consideró la retirada del mercado del producto. Pese a su decisión de mantenerlo en el mercado, la mayoría de expertos consideró en julio que había suficientes pruebas para preocuparse porque el medicamento aumentara el riesgo de ataques al corazón, en comparación con otros productos.
Sin embargo, la gran mayoría de los expertos también coincidió en que faltan evidencias para determinar que el medicamento de la farmacéutica GlaxoSmithKline incrementa el riesgo de muerte.