El presidente de Ecuador, Rafael Correa, «magnificó» una «protesta policial» y «puso en vilo a la comunidad internacional» para «esconder la corrupción» en su Gobierno, afirmó este viernes en una entrevista el ex gobernante de ese país, Lucio Gutiérrez. Gutiérrez, quien se encuentra en Brasilia como observador de las elecciones del próximo domingo, rechazó «de manera categórica las acusaciones falsas, temerarias y cobardes» de Correa, quien afirmó que personas del entorno del ex presidente azuzaron las protestas de este jueves con el fin de crear el clima para un golpe de Estado.
«No hubo ningún intento de golpe, sino una protesta de policías a los que no les alcanza el salario y que fue usada por el presidente Correa para presentarse como víctima y esconder los escándalos de corrupción» en su Gobierno, afirmó el ex coronel. Según Gutiérrez, Correa «sólo pretende ocultar las denuncias de que su hermano Fabricio ha hecho negocios sucios con el Gobierno por cientos de millones de dólares», volcadas en el libro «El Gran Hermano», de los periodistas Juan Carlos Calderón y Cristian Zurita.
«Esa es la verdad. Hasta porque los golpes de Estado no los dan las bases ni los policías rasos. Los da la elite», argumentó el ex presidente (2003-2005).
«Es verdad que queremos botar a Correa, pero con los votos, y que concluya su mandato para derrotarle en unas elecciones libres» y «no fraudulentas», como calificó las celebradas en abril de 2009, en las que perdió frente al actual mandatario, dijo el ex presidente.
Gutiérrez consideró que, por lo ocurrido este jueves, «más bien habría que culpar a la actitud prepotente, abusiva y corrupta del Gobierno, que no respeta el derecho de los ciudadanos y fue «el causante de esta crisis». Afirmó además que Correa «magnificó» los hechos al desplazarse al cuartel en que se habían amotinado «unos cuantos policías rasos» de «ultima jerarquía», y actuó como «un matón de barrio» al enfrentar una protesta «a los gritos» y en forma «irascible» e «intolerante».
«Eso lo habría resuelto un mayor, un capitán o un ministro, pero no era un asunto para el presidente», que vio la «oportunidad» de «sacarle provecho mediático» a la protesta, sostuvo Gutiérrez. El ex coronel también consideró «desmedida» la reacción de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que anoche mismo convocó en Buenos Aires a los presidentes de los países miembros para analizar la situación en Ecuador y condenó «enérgicamente el intento de golpe de Estado y posterior secuestro de Rafael Correa».
Según Gutiérrez, Correa «utilizó a la Unasur» y puso «en vilo a la comunidad internacional» de forma «irresponsable». Incluso sospechó que Correa puede haber decidido pedir ayuda al bloque suramericano en «complicidad» con el presidente venezolano, Hugo Chávez. «Correa actúa totalmente influido por Chávez», «no hace nada sin consultarle» y «convirtió a Ecuador en una franquicia de Venezuela», denunció el ex presidente, quien tiene previsto regresar a Quito el próximo 6 de octubre, tras actuar como observador en las elecciones que se celebrarán en Brasil el próximo domingo.
Gutiérrez incluso reveló que su hija Karina, que es subteniente del Ejército, participó en el rescate de Correa del hospital en el que permaneció retenido durante las protestas, y mostró a Efe un correo electrónico que le envió cuando la situación se normalizaba. «Papito bello: Como tu sabías, mi batallón se emplea en las situaciones de emergencia. Salí ayer al rescate y estuve en medio de los gases y los tiroteos. Yo sé que nunca arriesgarías la vida de nuestro pueblo. Por eso estoy orgullosa de ti. Te quiero mucho», dice el mensaje enviado por la hija de Gutiérrez.