Ecuador se encuentra en una situación ciomplicada, el estado de excepción declarado la pasada semana tras el secuestro del presidente Correa se ha prorrogado y el Ejército está en el Parlamento.
Además este martes se han dado a conocer unas grabaciones en la Radio Patrulla de la Policía Nacional de Ecuador difundida por la agencia Andes, en la que se les escuha decir «Maten rápido a ese hijo de puta de Correa», «que maten a Correa para que se acabe esto, maten a Correa y se acaba la protesta». Segñún la agencia, la grabación corresponde al momento previo al rescate por parte del Ejército.
Tambien se puede escuchar como los policías se alertan entre ellos de que se acerca el ejército a la zona donde mantenían retenido al presidente, «Atención, suben cuatro vehículos militares por la (avenida) Orellana» y otro insta a los guardias a levantarse «No sean perros, perros, suboficiales perros, coroneles perros, generales perros».
El Gobierno recopila ahora esas cintas, junto con vídeos y fotografías para identificar a los participantes en la insurrección, y quiere que la investigación llegue hasta sus rivales políticos, a los que considera los responsables principales de los hechos.
«Los autores intelectuales están por ahí, trabajan cerca de aquí, en un lugar que se llama Palacio Legislativo», señaló Patiño. El canciller dijo que se encausarán a miembros del Partido Sociedad Patriótica, del ex presidente Lucio Gutiérrez, a quien su Gobierno ha apuntado como instigador de la revuelta, algo que él ha negado.
El Ejecutivo considera que la sublevación fue fruto de un complot amplio y que la insatisfacción de Policía y militares sobre un proyecto de ley sobre sus bonificaciones era tan solo una excusa.
Patiño también acusó hoy a «grupos de poder» de Estados Unidos de jugar un papel en el alzamiento. «Yo creo firmemente que el señor (Barack) Obama no ha tenido nada que ver con eso, pero confío en que sus principales autoridades tampoco.
No puedo decir lo mismo de los grupos de poder que hay en Estados Unidos», dijo. El canciller no quiso identificar a esos grupos ni explicar los indicios con los que cuenta su Gobierno.
Estado de excepción
El Gobierno de Ecuador prorrogó el estado de excepción decretado durante una insurrección que amenazó con derribarlo la semana pasada y envió un fuerte destacamento militar a la Asamblea Nacional, apoyado por un tanque y dos tanquetas.
La escolta legislativa ayudó a policías sublevados a tomar el control de la cámara la semana pasada, según denunció el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, y la acción del Gobierno parece dirigida a relevarla.
Para mantener a las Fuerzas Armadas en el Parlamento unicameral del país, el Ejecutivo necesitaba ampliar el estado de excepción, que faculta a los militares para ocuparse de la seguridad interna.
Ninguno de los miembros de la escolta estaba presente en la Asamblea, donde se desplegaron unos 80 soldados y policías militares, tanto dentro como fuera de sus instalaciones.
El Ejecutivo había indicado inicialmente que dejaría vencer el estado de excepción hoy a medianoche, pero el presidente Rafael Correa decidió ampliarlo hasta el próximo viernes «para que la Asamblea Nacional pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constituyentes y legales», según dijo en un decreto.
Previamente, la vicepresidenta de la Asamblea, Irina Cabezas, había suspendido la sesión de hoy del pleno «por falta de garantías» de seguridad.
Cordero afirmó que se ocupará con urgencia de «reorganizar la seguridad de la Asamblea, la seguridad institucional, que es fundamental para cumplir con nuestras funciones».
En cambio, la oposición criticó la decisión. «No era procedente militarizar la Asamblea», dijo a Efe Jimmy Pinoargote, un asambleísta independiente, quien afirmó que el reemplazo de la escolta legislativa podía haberse hecho de forma gradual, sin sacar a los soldados a las calles.
Pero la situación sigue siendo delicada en el país, como reconoció hoy el propio canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, en un encuentro con la prensa extranjera.
«Los que dispararon al auto del presidente, los que me rompieron la cabeza, los que le dispararon al pueblo en las calles y al ministro de Gobierno están libres, por tanto no está superada la crisis», afirmó.