El próximo primer ministro de Holanda, Mark Rutte, empezó este viernes las conversaciones con posibles miembros del próximo Gobierno, que estará formado por su partido -el liberal VVD-, y el democristiano CDA, con el apoyo parlamentario de la formación antimusulmana que encabeza el polémico Geert Wilders.
Liberales y democristianos formarán un Gobierno con once ministerios, dos menos que el precedente, ya que se fusionan las carteras de Economía y Agricultura, por un lado, y las de Transportes y Medio Ambiente por otro.
Aunque las competencias de inmigración y asilo recaen formalmente en el ministerio del Interior, será nombrado también un ministro para llevar estos temas, con lo que habrá doce ministros (previsiblemente seis del VVD y seis del CDA) pero once ministerios. Si bien la ronda de conversaciones con los candidatos a ministros no ha hecho más que empezar, algunos nombres ya han salido a la luz a través de los medios de comunicación.
Así, Rutte, de 43 años, hablará este viernes con el líder de los democristianos, Maxime Verhagen, quien previsiblemente será nombrado viceprimer ministro y ejercerá la cartera de Agricultura, Economía e Innovación.
Además, el líder liberal, al que la reina Beatriz encargó este jueves oficialmente que forme su Ejecutivo, también se entrevistará con el ex ministro de Defensa (puesto que ocupó entre 2002-2006), el liberal Henk Kamp, que previsiblemente será el próximo ministro de Asuntos Sociales.
El democristiano Piet Hein Donner (actual ministro de Asuntos Sociales en funciones) es el candidato al cargo de ministro del Interior, mientras que los liberales Ivo Opstelte y Melanie Schultz aspiran a las carteras de Justicia y Seguridad, e Infraestructura y Medioambiente, respectivamente.
Formación del Gobierno
Rutte espera tener su Gobierno al completo a mediados de la próxima semana y que la reina Beatriz nombre a los nuevos ministros el próximo jueves. Los democristianos y los liberales, que juntos suman 52 escaños en un parlamento de 150, llegaron a un acuerdo de Gobierno después de 111 días de negociaciones, en las que también participó el político antimusulmán Geert Wilders, que con sus 24 escaños apoyará a la coalición gobernante y le facilita la mayoría necesaria para asegurar la gobernabilidad.
A cambio de su apoyo, Wilders, cuyo partido no aporta ministros, exigió que los planes de Gobierno incluyesen medidas como una prohibición total del «burka», el velo que cubre íntegramente a algunas mujeres musulmanas, y la reducción de la entrada de inmigrantes en hasta un cincuenta por ciento.
Otras medidas del Ejecutivo incluyen recortes presupuestarios de 18.000 millones de euros, que serán aplicados durante los cuatro años de la legislatura.
Tras las elecciones del pasado 9 de junio, los democristianos expresaron fuertes críticas a la colaboración con los antimusulmanes, pero finalmente los miembros del CDA y su grupo parlamentario (21 escaños) dieron el visto bueno al acuerdo de Gobierno alcanzado con los liberales y el partido de Wilders (PVV).
Los comicios de junio tuvieron que ser convocadas tras la caída del Ejecutivo del democristiano Jan Peter Balkenende por desacuerdos con sus socios socialistas sobre la permanencia de las tropas holandesas en Afganistán.
Maite Rodal