El presidente de EEUU, Barack Obama, prometió este sábado continuar luchando por una reforma educativa en el país, algo que, a su juicio, no está reñido con los esfuerzos de su Gobierno por agilizar la recuperación económica.
Durante su acostumbrado discurso radiofónico y por internet de los sábados, Obama reiteró su compromiso con el fortalecimiento del sistema educativo de manera que los niños reciban «una educación de calidad», pero también acusó a los republicanos de buscar un recorte del 20 por ciento en el sector.
El presidente reconoció que resulta difícil para muchos estadounidenses preocuparse por una buena educación mientras el país afronta una crisis económica, ejecuciones hipotecarias y alto desempleo.
Sin embargo, «cuando se trata de empleos, oportunidades y prosperidad en el siglo XXI, nada es más importante que la calidad de su educación», porque es lo que requerirá la mayoría de los nuevos trabajos y porque los países que superen a EEUU en la materia también le ganarán en competitividad, advirtió Obama.
Al enumerar algunas de las medidas, Obama dijo que su Gobierno está eliminando «decenas de miles de millones de dólares» en subsidios para bancos que hasta ahora administraban los préstamos estudiantiles, liberando ese dinero para ayudar a costear la educación universitaria de millones de estudiantes.
Si, en aras de las austeridad fiscal, se recortaran los fondos para la financiación de la educación en un 20 por ciento, como propone la oposición, eso haría más difícil alcanzar las metas que tiene EEUU en ese área, según Obama.
Un recorte en los programas de educación sería perjudicial y relegaría a EEUU al «segundo lugar» en una economía global ferozmente competitiva, recalcó.
Si países como China, India, Corea del Sur o Alemania no se resignan al segundo lugar y compiten por ser los mejores, Estados Unidos también debería hacer lo mismo, recomendó el mandatario.
La Casa Blanca anunció el viernes una «Cumbre Nacional de Educación» para el próximo 18 de octubre, que servirá como una «llamada a la acción» para mejorar la educación de los hispanos, que continúan registrando una alta tasa de deserción escolar en EEUU.