Un tribunal federal de apelaciones de EEUU restauró este martes temporalmente la ley que impide que los homosexuales declarados puedan formar parte de las Fuerzas Armadas estadounidenses, aceptando así la solicitud del Gobierno del presidente Barack Obama.
El Tribunal de Apelación del Noveno Circuito de San Francisco, determinó que el Pentágono puede temporalmente seguir aplicando la ley de 1993 hasta que decida sobre la apelación del Gobierno.
La decisión de la corte contribuye así a un escenario confuso de ordenes judiciales que ya han obligado a las Fuerzas Armadas de EEUU a admitir por primera vez solicitudes de mujeres y hombres homosexuales que declaran abiertamente su orientación sexual en su seno.
Respaldando la solicitud del Gobierno de EEUU, que registró este martes su recurso de apelación ante el tribunal, un panel compuesto por tres jueces levantó la
suspensión de la ley que había impuesto la semana pasada la juez federal de California Virginia Phillips y quien se negó, además, el martes a rectificar esa orden.
La magistrada declaró en septiembre la medida inconstitucional, pero el Gobierno solicitó que aplace la anulación de la ley. Lo ha conseguido temporalmente, hasta que haya una decisión judicial final.
Para ello, hace falta que los abogados del grupo defensor de los derechos de los homosexuales Log Cabin Republicans, presente sus alegaciones, para lo que tiene diez días.
En su recurso, el Departamento de Justicia advertía que si no se seguía aplicando la ley, se podría crear «una enorme incertidumbre acerca de la situación de los militares que revelen su orientación sexual fiados de ese dictamen».
El documento indica también que hacen falta «tiempo y esfuerzo» para formar al personal en la aplicación de la nueva orden.
El bloqueo ordenado por Phillips, agrega, no concede ese tiempo, especialmente allí donde las tropas se encuentran en misiones de combate.
La ley, conocida como «Don’t Ask, Don’t Tell» (DADT, «Tú no preguntas y yo no te cuento»), fue instaurada por el Gobierno del presidente Bill Clinton, y establece que los homosexuales sólo pueden permanecer en las Fuerzas Armadas si no declaran que lo son. Si lo hacen, son expulsados.
El Gobierno de Obama ha declarado que quiere abolir esa medida para que los homosexuales puedan integrarse abiertamente en el estamento militar.
Sin embargo, se opone a anular la medida por la vía judicial porque considera que debe ser el Congreso quien lo haga.