Millones de hindúes en todo el mundo celebran «Diwali», la fiesta de las luces, una celebración durante la que engalanan sus casas con bombillas de colores y tiran petardos para celebrar el triunfo del bien sobre el mal.
Con motivo del «Diwali», los hindúes decoran sus casas con caléndulas y luces similares a las de la Navidad occidental, y rinden visitas a sus familiares y amigos cargados de regalos y bandejas de frutos secos o dulces.
En la India, es también tradicional celebrar «Diwali» con molestos petardos nocturnos y fuegos artificiales, aunque como cada año las autoridades han pedido mesura para evitar que se dispare la contaminación y se produzcan accidentes.
«Diwali es una celebración de la victoria del bien sobre el mal. Que el festival traiga felicidad y prosperidad a nuestra gente e ilumine sus vidas con luces de esperanza para un mañana mejor», declaró la presidenta india, Pratibha Patil, en un comunicado.
En términos religiosos, el festival celebra la vuelta del dios hindú Ram a su reino después de vencer al diablo de Lanka (la actual Sri Lanka) Ravana, con lo que pone fin a catorce años de exilio.
Según la tradición hindú, el camino de regreso de la deidad fue iluminado con lámparas y velas para señalarle la ruta, motivo por el que los hindúes continúan adornando sus casas con bombillas de colores.
A las felicitaciones por Diwali también se ha sumado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien aterrizará este sábado en la ciudad de Bombay (oeste) en el inicio de su primera visita oficial a la India desde su llegada a la Casa Blanca.
«Diwali es un tiempo para la celebración, pero también para la reflexión. Un tiempo en el que hay que recordar que hay personas menos afortunadas que nosotros. Esta fiesta nos recuerda que debemos ayudar a quienes lo necesitan», afirmó Obama en un comunicado.