Las autoridades de Amstetten han concedido permiso para un amplio proyecto inmobiliario a Josef Fritzl, el jubilado austríaco condenado a cadena perpetua por haber encerrado y violado a su propia hija durante 24 años.
Los medios austríacos recogen la polémica decisión de la Alcaldía de Amstetten de autorizar la construcción de 13 chalés adosados, un complejo de oficinas y un garaje subterráneo.
Fritzl, conocido como el «monstruo de Amstetten», solicitó ese permiso de obra en 2006, dos años antes de que saliera a la luz que durante casi un cuarto de siglo mantuvo a su hija Elisabeth oculta en el sótano de su propia casa, donde la joven dio a luz a siete hijos producto de las innumerables violaciones.
El terreno donde se construirán estos edificios está apenas a unos minutos en coche de la casa familiar en cuyo sótano Elisabeth y tres de los hijos que tuvo con su padre permanecieron encerrados hasta 2008.
«No teníamos ninguna opción más de aplazar la respuesta» explicó al diario Kurier el alcalde de la localidad, Herbert Katzengruber, quien indicó incluso que los trámites iniciados por el representante de Fritzl podrían conllevar una multa al Ayuntamiento si niega el permiso.
Aunque comprendió el revuelo y el enfado entre los vecinos, el regidor indicó que nada en la ordenanza urbanística justifica rechazar la solicitud de obra que ahora gestiona el representante de Fritzl.
Frizl está internado desde hace 18 meses en el pabellón de enfermos mentales de la prisión de Stein, cerca de Viena, condenado a cadena perpetua por los delitos de asesinato por omisión de socorro, esclavitud, violación, privación de libertad, coacción grave e incesto.