Marruecos y el Frente Polisario iniciaron ese martes el segundo y último día de la reunión informal auspiciada por la ONU en las afueras de Nueva York para tratar de reconducir el proceso de negociación de una salida al conflicto del Sáhara Occidental, dijeron fuentes diplomáticas. Ambas delegaciones volvieron a reunirse con el enviado especial de la ONU para el Sáhara, Cristopher Ross, en medio de un ambiente enrarecido por los violentos enfrentamientos ocurrido el lunes en El Aaiún y que pusieron en duda la celebración del encuentro.
Representantes de Argelia y Mauritania, en calidad de países vecinos, se sumarán a la sesión de cierre de la reunión, que se lleva a cabo en una finca de la localidad de Manhasset, a las afueras de Nueva York, lejos de la atención de la prensa y a puerta cerrada.
Tal como ha sucedido en anteriores ocasiones, se espera que Ross difunda un comunicado acordado por las partes tras la conclusión de la reunión. El enviado especial de la ONU pretende con esta tercera reunión informal avanzar en la preparación de las condiciones necesarias para celebrar una quinta ronda del proceso de negociación que se empezó en 2007 a instancias del Consejo de Seguridad, pero que lleva dos años estancados.
Sin embargo, la grave situación en la ex colonia española tras el desmantelamiento por la fuerza el lunes del campamento saharaui de protesta ha puesto en duda que este enésimo encuentro entre las partes ayude a superar la amplia brecha que separa sus posiciones.
Representantes de Argelia y Mauritania, en calidad de países vecinos, se sumarán a la sesión de cierre de la reunión, que se lleva a cabo en una finca de la localidad de Manhasset, a las afueras de Nueva York, lejos de la atención de la prensa y a puerta cerrada.
Tal como ha sucedido en anteriores ocasiones, se espera que Ross difunda un comunicado acordado por las partes tras la conclusión de la reunión. El enviado especial de la ONU pretende con esta tercera reunión informal avanzar en la preparación de las condiciones necesarias para celebrar una quinta ronda del proceso de negociación que se empezó en 2007 a instancias del Consejo de Seguridad, pero que lleva dos años estancados.
Sin embargo, la grave situación en la ex colonia española tras el desmantelamiento por la fuerza el lunes del campamento saharaui de protesta ha puesto en duda que este enésimo encuentro entre las partes ayude a superar la amplia brecha que separa sus posiciones.