Los socialistas griegos del primer ministro Yorgos Papandréu afrontan la segunda vuelta de las elecciones municipales y regionales el próximo domingo con una ventaja en el voto popular de casi tres puntos sobre los conservadores, por lo que se aleja el fantasma de un adelanto en los comicios legislativos. Papandreu abrió la posibilidad de un adelanto electoral si se producía un descalabro socialista, lo que llevó a cierta intranquilidad en los mercados debido a las dudas sobre la aplicación del duro plan de ahorro para sanear la economía griega.
El gubernamental Partido Socialista Panhelénico (Pasok) lleva una ventaja de entre el 2,5 al 3% sobre la oposición conservadora Nueva Democracia, cuando en octubre de 2009, en los comicios legislativos, alcanzó el 10,5%, según las proyecciones de voto difundidas este lunes por la prensa griega. «Seguimos con nuestro trabajo para crear una patria mejor y una economía sostenible para poder decidir solos, lejos de la supervisión», dijo ayer Papandréu tras descartar un adelanto electoral.
La elevada abstención y el recorte de las distancia entre los socialistas y la oposición indican que se mantienen algunos riesgos para el Ejecutivo socialista, según los expertos. «Papandréu no quiso nunca convocar comicios anticipados y ha logrado ‘neutralizar’ el voto contra el programa de austeridad con la alta abstención. En vez de que el electorado votara por la oposición, con el dilema de elecciones adelantadas les empujó a ausentarse de las urnas», aseguró a Efe el analista Costas Veremis.
Porcentajes de ambos partidos
Según coinciden todos los cálculos, el Pasok ha perdido un millón de votos en relación a las elecciones de octubre de 2009 y Nueva Democracia unos 600.000 votos, mientras que el gran beneficiado ha sido el Partido Comunista.
El porcentaje reunido por los dos principales partidos en la primera vuelta de estas elecciones descendió por primera vez al 66%, cuando en los comicios generales de hace 13 meses alcanzó el 87,3%.
El Partido Comunista de Grecia ha salido beneficiado al acaparar el voto protesta y obtener en la primera vuelta un apoyo de un 12%, un importante avance con respecto al 7,5% que logró en las elecciones de octubre de 2009.
La abstención alcanzó un récord, con un porcentaje del 40% a nivel nacional y supera el 36,1% de las elecciones europeas en 2009 y el 14,5% en los comicios generales de octubre de 2009. En Atenas, el 58% de los censados dieron la espalda a los candidatos, y en Salónica, la segunda mayor ciudad del país, la cifra llegó al 46,9%.
Primera vuelta
En el computo total de los votos regionales de la primera tanda, el Pasok se ha impuesto en siete de las 13 regiones administrativas, incluida la mayor, la zona capitalina Atica, que representa a casi la mitad de la población del país.
El Pasok también lleva ventaja sobre la oposición conservadora en los ayuntamientos de Patras y El Pireo, dos de los cinco mayores centros urbanos, y ganó el de Eraclio (Creta) con un 72%. El ayuntamiento de Atenas y el de Salónica quedarían en manos de la oposición conservadora.
En la segunda vuelta del próximo domingo, a la que concurren aquellas ciudades y regiones en las que no se logró la victoria por más del 50%, se definirá el reparto definitivo de las fuerzas tanto en 11 de las 13 regiones administrativas como en cuatro de las cinco ciudades principales.
Los analistas atribuyeron la enorme abstención como un «castigo» del electorado a las políticas de austeridad que Papandréu aplica desde abril, con recortes salariales de hasta el 25% y aumentos de impuestos con los que reducir la enorme deuda y el déficit.
Papandréu llegó al poder con promesas de política social, pero el descubrimiento de que el gobierno conservador maquilló durante años el déficit existente, que ascendía en 2009 al 15%, llevó al país a recurrir a ayuda del Fondo Monetario Internacional y la eurozona para escapar de la bancarrota.