La líder del movimiento democrático birmano, Aung San Suu Kyi, ha salido este sábado con un vestido lila a la puerta de su casa, donde 3.000 seguidores la reclamaban para celebrar su puesta en libertad.
La comparecencia pública de Suu Kyi, de 65 años, se produce minutos después de que quedase en libertad tras cumplir una pena de 18 meses de arresto domiciliario y siete de cárcel.