España, junto a Francia y Egipto, que copresiden la Unión por el Mediterráneo (UpM), han decidido oficialmente aplazar la cumbre que se iba a celebrar el próximo sábado en Barcelona al considerar que el bloqueo del proceso de paz en Oriente Medio hace imposible «una participación satisfactoria».
El Ministerio de la Presidencia ha hecho público un comunicado para anunciar el aplazamiento de la cumbre, que habría reunido en Barcelona a los 43 jefes de Estado y de Gobierno de la UE y de los países de la ribera sur del Mediterráneo y que ya se suspendió en una ocasión anterior, ya que estaba previsto que se celebrara en junio, durante la presidencia española de la UE.
Según se explica en el comunicado, Francia, Egipto y España «desean que esta cumbre pueda celebrarse en Barcelona en los próximos meses» y con ese objetivo hacen un llamamiento para una rápida reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos «sobre la base del derecho internacional, los acuerdos firmados entre las partes y otros términos de referencia del proceso de paz».
Los tres países han tomado la decisión relativa a la cita prevista para el sábado tras examinar atentamente las condiciones en las que podría celebrarse la segunda cumbre de la UpM -la primera tuvo lugar en París en 2008-.
A la espera de poder convocarla de nuevo, invitan a las instituciones de la Unión por el Mediterráneo a proseguir su acción, entrada en proyectos de cooperación en campos como el agua, la energía solar o la descontaminación marina.
Tras expresar su satisfacción por la marcha de estos proyectos, destacan los pasos importantes que se han dado para la puesta en marcha operativa de la Secretaría permanente de la UpM, con sede en Barcelona, así como para la adopción de su presupuesto y su programa de trabajo.
A su juicio, estas decisiones permitirán a la UpM proseguir a un ritmo más constante sus actuaciones «a favor de una cooperación siempre más estrecha entre las dos orillas del Mediterráneo».
El viernes pasado, tras la reunión el Consejo de Ministros, la titular de Exteriores, Trinidad Jiménez, señaló ya que no se habían encontrado las condiciones adecuadas para celebrar la cumbre, pero puntualizó que todavía no se había tomado la decisión definitiva de desconvocarla.
El ex ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos se había encargado de realizar las últimas gestiones para comprobar las posibilidades de éxito de la cumbre y con ese objetivo viajó en la pasada semana a Argel, Túnez y Marruecos.
La UpM vio la luz en París en julio de 2008, cuando Francia presidía la UE, y se creó como un foro de cooperación para promover la paz y el desarrollo en la región mediterránea.
Sin embargo, el conflicto entre israelíes y palestinos vició la marcha de este proyecto desde sus inicios.
En noviembre de 2008 Barcelona consiguió la sede de la secretaría de la UpM, pero el bombardeo de Gaza por parte del ejército israelí, que provocó la muerte de más de 1.300 palestinos, paralizó su constitución formal y el avance de los proyectos diseñados, como el Plan solar para el Mediterráneo o las iniciativas para descontaminar este mar.
En marzo de este año se puso oficialmente en marcha la UpM al aprobarse sus estatutos y un mes después se celebró la IV Conferencia ministerial sobre el agua, convertida en una nueva decepción.
La falta de acuerdo en torno a la denominación de los territorios ocupados palestinos llevó a los 43 países miembros a no aprobar una estrategia conjunta para garantizar los recursos hídricos de toda la cuenca mediterránea
Una de las últimas reunión preparatorias de la cumbre de Barcelona tuvo lugar en octubre en Dubrovnik (Croacia), donde se estudió la financiación de proyectos centrados en el transporte, la preservación del medio ambiente, la energía, el turismo y la pequeña y mediana empresa.