El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, considera un acto de «irresponsabilidad» provocar la caída de su Gobierno con la moción de censura del próximo 14 de diciembre y asegura que todas las «campañas de fango» hacia su persona no le detendrán.
En un mensaje divulgado este sábado en la página web de la asociación «Promotores de la Libertad», perteneciente a su partido político, el mandatario vuelve a defenderse de los «ataques» que considera que se están perpetrando contra su Gobierno y apela a la responsabilidad de los partidos para no sumir a Italia en una crisis política en medio de los problemas económicos.
«Nuestros adversarios saben perfectamente que mi presencia en la política es para ellos un obstáculo insuperable para llegar al poder. Por esto me atacan de modo indigno. Pero quiero que sepan que las campañas de fango y las agresiones mediáticas fundadas en la mentira que se me han echado encima desde hace tantos años no me detendrán», comenta Berlusconi en el mensaje.
«La oposición de izquierda tiene el objetivo clarísimo de dar la vuelta en el Parlamento al voto expresado por los italianos. Para llegar a esto saben que tienen que eliminar a Silvio Berlusconi de la escena política, porque tienen claro que Silvio Berlusconi constituye un obstáculo insuperable que se opone a su conquista del poder», prosigue.
El primer ministro, que el próximo 14 de diciembre se enfrentará a sendas mociones de censura y confianza, asegura que, si dimitiera, como le ha exigido la oposición, traicionaría la confianza que le dieron los italianos en las urnas en 2008, en favor de «otros» intereses.
«En esta situación, provocar una crisis mientras la estabilidad (económica) aún no se ha alcanzado y el camino de las reformas -iniciado en la dirección adecuada- está aún en curso, sería un acto de auténtica irresponsabilidad que el país no merece y no entendería», afirma Berlusconi.
Únicas alternativas
«La alternativa a nuestro gobierno podría ser sólo un gobierno de ‘ruptura nacional’, un ‘gobierno de la oposición’, un gobierno ilegítimo de los derrotados, falto de legitimidad democrática y popular, un gobierno incapaz de producir estabilidad», añade.
Por ello, Berlusconi pide responsabilidad a los partidos políticos para evitar una «inestabilidad y parálisis, una crisis de credibilidad que atemorice a los mercados y a los inversores internacionales», lo que, según él, podría llevar a Italia por el mismo camino de Grecia e Irlanda.
El primer ministro se muestra abierto a crear un nuevo pacto de estabilidad para lo que queda de legislatura hasta 2013 con las formaciones que quieran estar con su Gobierno y expresa su seguridad de que el próximo 14 de diciembre su Ejecutivo renovará la confianza del Parlamento.
«Como he dicho, existe la voluntad de continuar con nuestro trabajo hasta el final de la legislatura y estamos dispuestos a tomar nota de una distinta oferta política en el ámbito del centro-derecha», incide Berlusconi, quien se refiere además a sus ex aliados de Futuro y Libertad para Italia (FLI).
«Si Futuro y Libertad considera agotada la experiencia de este Gobierno y no pretende seguir adelante, que lo diga con claridad enseguida. Nosotros estamos dispuestos a recoger el guante e ir a las urnas», concluye.