La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, condenó este lunes en términos duros el «robo» de documentos de Wikileaks, que considera no sólo «un ataque a la diplomacia de Estados Unidos, sino a la comunidad internacional». «Estados Unidos condena firmemente la publicación ilegal de información clasificada, que pone la vida de personas en peligro, amenaza nuestra seguridad nacional y socava nuestros esfuerzos para trabajar con otros países», dijo Clinton en una breve intervención ante la prensa.
Wikileaks ha divulgado más de 250.000 documentos, algunos de ellos secretos, referidos principalmente a las comunicaciones del Departamento de Estado con más de 270 embajadas, consulados y misiones diplomáticas de EEUU en todo el mundo. Clinton señaló que esta revelación «no es sólo un ataque a los intereses de la política exterior estadounidense, es un ataque a la comunidad internacional», un ataque a «las alianzas y negociaciones que hay en marcha a nivel internacional» para buscar la paz y la prosperidad en el mundo.
Se mostró confiada de que las relaciones que se han forjado con otros países durante el Gobierno del presidente Barack Obama, «resistan este desafío» y aseguró que estas alianzas continúan siendo el centro de la política exterior estadounidense. Clinton, quien no quiso comentar el contenido particular de los cables publicados, señaló que Estados Unidos «condena profundamente la publicación de cualquier documento cuya intención era que fuera confidencial, incluidas discusiones privadas entre los socios, o las declaraciones y observaciones personales de nuestros diplomáticos».
La secretaria quiso destacar que la política exterior estadounidense se hace en Washington y no se fija en base a estos mensajes. «Nuestra política es un asunto público, como se demuestra en nuestras declaraciones y en nuestros actos en todo el mundo». En un mensaje directo a los ciudadanos estadounidenses y a los aliados estadounidenses señaló que se están tomando «fuertes medidas para atrapar al responsable que ha robado esos documentos».
Señaló que se van a tomar «acciones específicas» en el Departamento de Estado y se van a adoptar nuevos protocolos de seguridad en el Departamento de Defensa y otros Departamentos para proteger la información que provee su Departamento para que filtraciones como no se vuelvan a repetir. La filtración de estos documentos dijo que puede tener «serias repercusiones» para algunas de las personas que están citadas. La secretaria consideró que no abren un «sano» debate sino que «son una amenaza real, para gente real que dedican su vida a proteger a otros».
Según el diario The New York Times, uno de los cinco medios a nivel mundial que tuvo acceso por adelantado a los correos diplomáticos, unos 11.000 documentos estaban clasificados como «secretos». Otros 9.000 estaban considerados como «noforn», una abreviatura en inglés para indicar que se trata de material considerado demasiado delicado como para compartirlo con otros Gobiernos.
La Casa Blanca ha considerado «peligrosa y temeraria» la filtración por Wikileaks y el fiscal general de EEUU, Eric Holder, informó este lunes que su departamento abrió una investigación criminal por la filtración masiva de documentos diplomáticos.