Los cuerpos de socorro han rescatado por el momento 30 cadáveres de entre los escombros y el barro que provocó un gran alud de tierra que sepultó un barrio de la localidad colombiana de Bello, declarada por el Gobierno «zona de calamidad» y donde siguen desaparecidas un centenar de personas.
Las autoridades anunciaron que seguirán, siempre que las condiciones climatológicas lo permitan, con las tareas de rescate en busca de los vecinos de Bello desaparecidos desde el domingo, cuando ocurrió la peor tragedia que ha dejado esta temporada de lluvias en Colombia. Los cuerpos de esas 30 víctimas mortales, entre las que hay 10 niños, se han ido recuperando paulatinamente desde que se produjo el derrumbe y para este martes se espera que comiencen los sepelios en este municipio ubicado a las afueras de la ciudad de Medellín (noroeste).
El Gobierno declaró «zona de calamidad» a la barriada de La Gabriela para, según el ministro del Interior y Justicia, Germán Vargas Lleras, poder tomar las decisiones necesarias en relación a acopio de recursos y coordinación de tareas de atención a las víctimas. El ministro también pidió a las familias de sectores vecinos de La Gabriela que tomen precauciones porque, según dijo, «nadie comprendería que por falta de prevención esto se repita».
123 sepultados
Aunque en un principio se informó de unos 145 sepultados, el alcalde de Bello, Óscar Andrés Pérez, precisó este martes que son 123, entre los que están los fallecidos ya rescatados. Según Pérez, el derrumbamiento de la montaña se produjo por una «saturación de agua», producto de las fuertes lluvias que caen en todo el país desde hace semanas, las peores de las últimas décadas.
La ladera afectada por el derrumbe, que se llevó por delante a entre 35 y 40 viviendas, «estaba en alto riesgo» desde hace varios días e incluso se había ordenado a sus habitantes que evacuaran el lugar, anotó el alcalde. Desde Nueva York, el presidente Juan Manuel Santos, quien participó en esta ciudad en la IX sesión de la Asamblea de Estados Partes de la Corte Penal Internacional (CPI), afirmó que este martes viajará a Bello, al expresar su preocupación por la situación.
«Mi corazón está con las víctimas de esta terrible tragedia que ha sucedido en el municipio de Bello. En un par de horas viajaremos directamente a Medellín a acompañar a los familiares de las víctimas y decirles: todo lo que el Gobierno pueda hacer para mitigar ese dolor y ese sufrimiento, ahí estaremos», afirmó.
Ayuda económica
Igualmente, anunció que el grupo empresarial Santodomingo, del millonario Julio Mario Santodomingo, donó 5 millones de dólares que se destinarán a atender damnificados por las lluvias de la Costa Caribe.
Y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entregará un crédito de 350 millones de dólares para la reconstrucción y recuperación de las zonas afectadas por las fuertes lluvias que azotan al país, agregó el presidente, tras reunirse con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, de quien recibió la solidaridad del organismo en estos difíciles momentos para Colombia.
En su último informe, la Dirección de Riesgos, dependiente del Ministerio del Interior y de Justicia, precisó este martes que a causa de las lluvias han muerto por ahora en Colombia 194 personas, 248 están heridas y 143 desaparecidas.
En total hay 1,6 millones de damnificados que integran 330.429 familias de 28 de los 32 departamentos colombianos afectados por la peor temporada de lluvias de las últimas décadas en Colombia.
El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, por su lado, informó hoy de que las pérdidas globales por esta catástrofe natural podrían ascender a dos billones de pesos (más de 1.000 millones de dólares). La tragedia humanitaria, que no tiene precedentes en Colombia, podría dejar unos dos millones de damnificados, que equivalen al 4,3 por ciento de la población, según alertó el propio presidente Santos.