La policía iraní detuvo este viernes al cónsul de España en Teherán, Ignacio Pérez Cambra, informaron fuentes diplomáticas. Las fuentes no precisaron cuando fue arrestado y en que lugar de la capital, que este lunes fue escenario de manifestaciones de la oposición que habían sido prohibidas por el régimen.
Grupos de manifestantes y efectivos de las fuerzas de seguridad iraníes se enfrentaron este viernes en diversos puntos de Teherán donde la oposición había convocado una manifestación que fue prohibida por el régimen. Según informaron diversos testigos, la policía usó gases lacrimógenos y balas de fogueo para dispersar a la muchedumbre que de forma silenciosa había ocupado la plaza Azadí, en el suroeste de la ciudad.
Hasta el momento, no hay informaciones fiables sobre si en los disturbios se han producido víctimas ni sobre el supuesto número de detenidos.
Algunos de los manifestantes, muchos de los cuales eran hombres mayores que acudieron junto a sus esposas e hijos, gritaron consignas como «muerte al dictador», agregaron los testigos.
Teherán amaneció este lunes tomada por las fuerzas de seguridad en respuesta a la decisión de la oposición iraní de manifestarse en favor de los alzamientos en el norte de África, pese a que las autoridades habían advertido de que la marcha estaba prohibida.
Desde primera hora de la mañana, agentes y voluntarios islámicos «Basij» vestidos de civil patrullaban los accesos a las avenidas Enguelab (revolución) y Vali-e Asr, escenario en junio de 2009 de multitudinarias marchas populares contra la reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que la oposición calificó de fraudulentas.
Entonces, nada más conocerse el resultado, cientos de miles de personas se echaron a las calles de todo el país para apoyar la denuncia de la los líderes de la oposición reformista, Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí, de que se había producido «un fraude masivo».
En la violenta represión de aquellas manifestaciones, que duraron varios meses, perdieron la vida decenas de personas y miles fueron encarceladas.
Más de un centenar han sido desde entonces juzgadas y condenadas a diversas penas de prisión, e incluso a muerte, acusadas de conspirar con fuerzas extranjeras para tratar de derribar al régimen.
Tras meses de silencio, la oposición iraní colgó este fin de semana un comunicado en la página web Kaleme.org, afín a Musaví, en el que instaban a la población a manifestarse este viernes lunes en el centro de Teherán.
En la nota, los opositores critican, además, la «hipocresía» del régimen iraní, que ha apoyado públicamente los alzamientos en el norte de África al tiempo que impide las manifestaciones en su propio territorio.
Las web denuncian, igualmente, que tanto Musaví como Karrubí han sido confinados e incomunicados por las fuerzas de Seguridad en sus casas, en un intento por impedir la manifestación.
«Varios coches de Policía han cortado los accesos en la calle. Además, las líneas telefónicas, tanto fijas como móviles, de Musaví y de su esposa Zahra Rahnavard están cortadas desde el domingo», explicó la página Kaleme.org
La oposición se queja, asimismo, de que el régimen ha emprendido una campaña de intimidación que en la última semana ha culminado con cerca de una veintena de arrestos.
Además, las autoridades han censurado diversas páginas web de noticias internacionales y tratado de distorsionar la emisión de los canales por satélite.
En este sentido, la oficina encargada de asuntos de prensa ha comunicado este viernes con insistencia a los periodistas extranjeros que la marcha no está autorizada, por lo que carecen de permiso para informar desde la calle.
Redacción