La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, advirtió este martes en el Congreso de que Libia corre el riesgo de una «guerra civil prolongada» e informó de que su Gobierno sopesa crear una «zona de exclusión aérea» para contener la violencia en ese país.
Estados Unidos realiza consultas con sus aliados en la OTAN para planear las acciones que sean necesarias, entre las que se incluye una zona de exclusión aérea, dijo Clinton, en una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes sobre el presupuesto de ayuda exterior para 2012.
«En lo que se refiere a Libia, Estados Unidos ha mostrado liderazgo al imponer sanciones muy estrictas», entre ellas la congelación de bienes del presidente libio, Muamar Gadafi, explicó la jefa de la diplomacia estadounidense.
El Gobierno de Washington «no quita ninguna opción de la mesa» y la creación de una zona de exclusión aérea «es una acción» que «revisa activamente», enfatizó la diplomática, sin ofrecer más detalles.
Según dijo, Libia afronta varios escenarios posibles, incluyendo «un descenso al caos», por lo que hay mucho en juego para impedir una mayor desestabilización en la zona.
Clinton, que regresó anoche de una serie de reuniones en Ginebra para analizar la crisis en Libia, elogió la resolución aprobada el sábado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y dijo que habrá más anuncios de la Unión Europea y otros países respecto a Libia.
Por otra parte, dijo que Estados Unidos está al tanto de los esfuerzos de Gadafi de defender el área de Trípoli y otros lugares, y que el Gobierno de Washington «respeta», además, «el deseo» de las fuerzas de oposición libias de actuar sin injerencia extranjera.
Clinton acudió este martes al Comité para defender el presupuesto del Departamento de Estado para el año fiscal 2012 que comienza en octubre próximo.
En paralelo, el general James Mattis, titular del Comando Central de Estados Unidos -que supervisa las operaciones de ese país en Oriente Medio-, dijo en otra audiencia que la zona de exclusión aérea serviría como elemento disuasorio para que el Gobierno de Trípoli no suprima las protestas.
Redacción