El primer ministro japonés, Naoto Kan, calificó de «grandes» los daños causados este viernes por el terremoto de 8,8 grados en la escala abierta de Richter que sacudió la costa este del Pacífico de Japón, si bien no dio datos de víctimas.
Kan pidió calma a la población para hacer frente a las consecuencias de este seísmo, que ha causado un tsunami en algunas zonas que arrastró coches y edificios, así como numerosos incendios, de ellos 14 en Tokio, según la agencia local Kyodo.
Redacción