El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo este jueves que las autoridades de Túnez no respetan el acuerdo alcanzado con Italia para frenar la salida de inmigrantes ilegales hacia las costas del país europeo.
«El Consejo de Ministros afronta en estos momentos el problema de las relaciones con Túnez porque el Gobierno tunecino había garantizado que frenaría la salida de barcas desde sus puertos y esto no ha sucedido», dijo Berlusconi durante un intervención telefónica en la asamblea nacional de una asociación cercana a su partido.
Berlusconi alertó de que, durante las revueltas populares, «han escapado 11.000 presos de las cárceles de Túnez».
«Tenemos la sospecha y, en algunos casos, la seguridad, de que esas personas han llegado hasta aquí. Es justo que el país del que han salido los pueda recuperar», explicó.
El mandatario recordó que Italia ha suscrito un «compromiso financiero» para ayudar a la recuperación de la economía de Túnez y a la creación de nuevos puestos de trabajo «a cambio de que el nuevo Gobierno aceptase la repatriación de algunos personas».
Durante su intervención, Berlusconi aseguró que el Gobierno italiano trabaja también en la «línea de acción» en el otro frente importante de la cuestión migratoria, el de Libia.
Según informó este jueves la Guardia Costera, desde ayer por la mañana hasta este jueves llegaron a la isla de Lampedusa unas 500 personas en varias embarcaciones.
Berlusconi subrayó que Italia «es el país más expuesto» a la inmigración y dijo que «son ya 25.000 inmigrantes los que han llegado».
Por las repatriaciones abogó también este jueves el titular de Exteriores, Franco Frattini, quien dijo que «la hipótesis de una repatriación forzada es una solución extrema, pero no se puede excluir. intentamos, no obstante, hacerlo mediante un acuerdo».
«El presidente busca un contacto directo con el primer ministro de Túnez para pedirle un compromiso formal, volver a confirmar lo que Túnez ya nos dijo a mí y al ministro (de Interior), Roberto Maroni», dijo Frattini en declaraciones a los medios locales.
El ministro aseguró que «si fuese necesario», Berlusconi se desplazará a Túnez para abordar de primera mano la situación, al tiempo que reiteró que es necesario «parar el flujo de inmigrantes tunecinos desde Zarzis y Yerba y llevar a cabo las repatriaciones».
En las últimas horas han sido trasladados desde la isla de Lampedusa, donde se vive la situación más difícil, hasta otros centros de acogida de Italia más de 2.500 personas tanto por mar como por aire.
Esta mañana han partido los barcos Excelsior y Catania, en dirección a Taranto, en la sureña región de Apulia, con alrededor de 1.700 y 600 personas, respectivamente, mientras que otros 200 inmigrantes fueron trasladados en dos aviones.
En la isla permanecen por el momento 3.731 indocumentados, según el alcalde Bernardino de Rubeis, y en las próximas horas está previsto que se realicen nuevos traslados. El Gobierno italiano celebra este jueves un consejo de ministros extraordinario para tratar la cuestión de la inmigración.
Redacción