El comisario europeo de Salud y Protección al Consumidor, John Dalli, ha descartado este lunes que el sistema europeo de alerta sanitaria necesite de una reforma para evitar crisis como la de la bacteria ‘E.coli’, pero ha defendido «ajustes» para favorecer que en el futuro la alerta se active en base a lo que exijan los datos científicos y «no por cualquier declaración».
En rueda de prensa al término del consejo de ministros de Salud de la UE mantenido este lunes en Luxemburgo, Dalli ha evitado criticar la respuesta alemana ante los primeros casos de infección por el brote letal de ‘E.coli’, cuando las autoridades de este país apuntaron a unos lotes de pepinos españoles como origen de la contaminación, pero ha apostado por evitar «declaraciones» mientras no se basen en hechos «probados».
La hipótesis de los pepinos procedentes de Andalucía como foco del brote fue descartada días después del inicio de la crisis que ha dejado al menos 22 fallecidos y 1.600 casos en once Estados miembros, pero no ha evitado que el sector hortofrutícola español afronte importantes pérdidas por la caída de sus exportaciones.
«Lo que se ha hecho es lo que se tenía que hacer (…). Pero hoy hemos subrayado que es importante que las declaraciones se hagan en el momento en que cuente con los hechos», ha dicho el comisario. Sin embargo ha pedido comprensión para las autoridades alemanas ante la presión de «peligros potenciales» y la «responsabilidad» para con los ciudadanos de «informar».
Dalli también ha asegurado que ha «tomado nota» de las preocupaciones de la ministra española, Leire Pajín, que ha trasladado a sus colegas en la reunión el «profundo malestar» de España por la actuación de Alemania. La ministra también ha exigido a la UE mejoras en los mecanismos de vigilancia e investigación para evitar nuevas crisis en el futuro, a lo que el comisario ha respondido ante los medios defendiendo el sistema porque «no está pidiendo reformas, sino pequeños ajustes».
Sobre la eficacia de las redes europeas para la vigilancia y alerta, Dalli ha insistido en la necesidad de «actuar únicamente cuando haya material probatorio científico», pero ha sido tajante al afirmar que, una vez que se activa, el sistema «funciona». Por ello ha abogado por «garantizar que en el futuro el plazo de activación del sistema de alerta se aproxime más a la aparición de base científica y no a cualquier declaración que surja».
También ha pedido cautela sobre la última hipótesis que apunta a la producción de brotes de soja en una explotación de Baja Sajonia ya que los análisis preliminares han dado resultado «negativo».
En cualquier caso, el responsable comunitario de Salud ha recalcado que el problema tiene su «epicentro» en la región de Hamburgo, que se realiza un «control sobre base diaria» de los casos y que los datos «demuestran que no se está propagando» e, incluso, que el número de afectados está remitiendo.
Tampoco ha querido «profetizar» el comisario sobre la posibilidad de que la contaminación por la cepa O104 sea causa de una fuga de laboratorio, alegando que no es una hipótesis bajo estudio. «Ese caso no es una posibilidad, pero no tengo toda la información de todas las posibilidades que podrían haber pasado y no descarto nada», ha zanjado.
Estrella Digital/EP