Viktor Jasinski nunca se esperaría lo que le sucedió al intentar robar en un salón de belleza. El hombre, un ruso de 32 años, fue sorprendido por una trabajadora del local, y terminó siendo la víctima.
Resulta que Olga Zajac, la peluquera que se encontraba en el salón, era cinturón negro en kárate. En cuanto notó la presencia del ladrón, se lanzó hacia él, le derribó de una patada, le arrastró a una de las habitaciones del local, y le ató con un cable de secador de pelo.
El ladrón no se esperó lo que vino a continuación. Aún atado, la peluquera lo desnudó, y lo utilizó como esclavo sexual durante días, en los que lo fue alimentando únicamente con viagra. Según Olga Zajac, fue para «darle una lección». Pasados los tres días, la peluquera lo liberó, y el ladrón aseguró a su secuestradora que había aprendido del casatigo.
Más tarde, Viktor Jasinski acudió a la policía, admitió que había entrado con la intención de robar, y contó lo sucedido después. Las autoridades interrogaron entonces a la peluquera, que dijo haber mantenido relaciones con Jasinski, pero le indignó el resto de la historia. «¡Qué hijo de puta! Solo tuvimos sexo un par de veces, encima le compré pantalones nuevos, le di comida, y hasta le di 1000 rublos cuando se fue», declaró la joven, según el portal de noticias ‘Daily Mail’.
Mientras investigan el caso, los dos implicados han sido arrestados.