Mark Stroman, que se definía como «defensor de la supremacía blanca», fue ejecutado hoy en Texas por una racha de asesinatos en Dallas en 2001, pese a la intensa campaña que desplegó una de sus víctimas para lograr un indulto.
Stroman, de 41 años, recibió la inyección letal en la prisión estatal de Huntsville, en Dallas, a las 8:53 horas locales (1.53 del jueves GMT), después de que fracasaron los esfuerzos por apelar la sentencia ante un tribunal de Texas.
El Tribunal Supremo de EEUU también había rechazado una apelación. Stroman fue condenado a la pena de muerte por una racha de asesinatos tras los atentados de 2001, que dejó dos muertos y un herido.
Cegado por la «ira», como reconoció durante su juicio, Stroman atacó a los tres hombres al identificarlos erróneamente como árabes. Todas las víctimas eran del sur asiático y no de Oriente Medio.
El estado de Texas programó la ejecución pese a la apelación de última hora presentada hoy ante un juez del Distrito por Rais Bhuiyan, un bengalí que perdió parcialmente la visión de un ojo después de que Stroman le disparara en la cara el 21 de septiembre de 2001, según informó el diario «The Austin Statesman».
El juez Lee Yeakel rechazó la apelación al considerar que la ley no le concede la autoridad para intervenir en el caso, y que detener la ejecución supondría un grave daño «a la operatividad del sistema de justicia penal como un todo», según el Statesman.
La apelación y el indulto del gobernador de Texas, Rick Perry, eran las únicas opciones de Bhuiyan para impedir la muerte del hombre que intentó matarlo, y que acabó con las vidas de otras dos personas en los estertores de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Bhuiyan intentó frenar la ejecución de Stroman porque, según explicó, sus creencias musulmanes le exigían perdonarlo.
Arrepentido
Stroman, que perdió a su hermana en el ataque a las Torres Gemelas, fue condenado en octubre de 2001 por el asesinato del inmigrante indio Vasudev Patel, un dependiente de una tienda a quien disparó tras identificarlo como árabe, según reconoció durante el juicio.
Además, acabó con la vida del paquistaní Waqar Hasan, y dio por muerto a Bhuiyan tras irrumpir en la tienda en la que éste trabajaba y dispararle en la cara.
Alegando que actuó guiado por la «ira, el amor y la estupidez», Stroman expresó su arrepentimiento en varias ocasiones desde su condena, y solicitado y logrado el perdón de la familia de una de las víctimas.
En declaraciones a varios medios, Bhuiyan explicó que su afán por salvar la vida de Stroman se basa en las «buenas maneras» que le inculcaron sus padres y profesores y en la creencia en el perdón que extrae de su fe en el Islam.
Para Bhuiyan, Stroman merecía una «segunda oportunidad» tras reconocer sus errores. «Decidí que tenía que hacer algo para salvar la vida de esta persona. Que matar a alguien en Dallas no es una respuesta para lo que ocurrió el 11 de septiembre», afirmó Bhuiyan al diario The New York Times.
La de Stroman es la ejecución número 28 en lo que va de 2011 en Estados Unidos, y la octava que se produce en Texas, donde el pasado 7 de julio fue ejecutado el mexicano Humberto Leal pese a las peticiones de clemencia respaldadas incluso por el presidente Barack Obama.
Redacción