El juez ucraniano, Rodión Kiréyev, rechazó este miércoles la petición de la fiscalía para la detención preventiva de la exprimera ministra, Yulia Timoshenko, por entorpecer el proceso judicial abierto en su contra por abuso de poder y corrupción. Kiréyev dio la razón a la fiscalía sobre los intentos de Timoshenko de dilatar el proceso judicial, pero añadió que aún no se han agotado todas las posibilidades que ofrece el procedimiento judicial para llevar las sesiones a buen término.
Previamente, el fiscal, Alexandr Mikitenko, aseguró que «la acusación pide cambiar la medida cautelar de prohibición de abandonar el país por la detención preventiva». Timoshenko, que ya estuvo a punto de ser detenida al inicio del proceso en mayo, renunció la víspera el derecho a la defensa, aduciendo que el juez no le había dado tiempo suficiente a sus abogados para leerse el sumario, que consta de unas cinco mil páginas.
«Este es el último paso en la eliminación de la oposición. Si esto se lleva a cabo, entonces será interesante», comentó Timoshenko sobre la petición de la fiscalía. Otra fiscal que participa en el caso, Lilia Frolova, aseguró que la líder de la Revolución Naranja de 2004 «entorpece con sus actos el establecimiento de la verdad».
Violación del procedimiento judicial
En su opinión, Timoshenko ya ha violado el procedimiento judicial al impedir, entre otras cosas, que los testigos presten testimonio, además de faltar al respeto al juez, a los fiscales y a los dirigentes del país. Los diputados del partido de Timoshenko «Batkívschina» (Patria) consideran probable que su líder sea detenida y adelantaron que «lucharán hasta el final» para defender el buen nombre de la ex primera ministra.
El juez, Rodión Kiréyev, que rechazó la solicitud de Timoshenko de un receso de tres días para encontrar nuevos abogados, interrumpió hoy la vista judicial para deliberar sobre la petición de detención preventiva de la fiscalía. Timoshenko ha tachado de «farsa» el juicio, que ha estado salpicado por numerosas protestas, agresiones de diputados a la policía en la sala y manifestaciones de sus partidarios frente a la corte, y ha pedido la revocación del juez.
Además, ha acusado al presidente, Víctor Yanukóvich, que le derrotó en las elecciones presidenciales de 2010, de orquestar una caza de brujas contra la oposición. La carismática política podría ser condenada a una pena de entre 5 y 10 años de prisión si es declarada culpable de los delitos de los que se la acusa: abuso de poder al firmar un acuerdo de gas con Rusia y malversación de fondos públicos.